La residencia de Bad Bunny en Puerto Rico sigue dando de qué hablar. Su famosa “casita rosada”, instalada en pleno escenario, se ha convertido en el rincón más codiciado por los famosos que se dan cita en sus conciertos. Por allí ya han pasado estrellas como Penélope Cruz, Javier Bardem, Belinda y Sebastián Yatra, y la lista de celebridades no para de crecer.
Una de las últimas en sumarse fue nada más y nada menos que Ana de Armas, la actriz cubana que en los últimos años ha acaparado titulares no solo por su carrera en Hollywood, sino también por su vida sentimental. Tras el sonado romance con el hijastro de Miguel Díaz-Canel, los rumores sobre Tom Cruise y la promoción internacional de su película Ballerina, Ana sigue estando en el centro de la conversación mediática.
Con un elegante conjunto blanco, perfectamente alineado con la estética del show, la actriz se robó las miradas en la “casita rosada”. También se encontraban los actores españoles Paco León y Lux Pascal, quienes tampoco quisieron perderse el espectáculo. Pero fue Ana quien encendió las cámaras con su vestido de satén fluido, corte al bies, bajo asimétrico y delicados encajes, una prenda valorada en nada menos que 750 euros, que rápidamente se convirtió en tema de conversación en revistas de moda.
Y como era de esperar, las redes sociales estallaron. Sus paisanos cubanos no tardaron en reaccionar con opiniones divididas: unos la elogiaron por su glamour y estilo internacional, mientras otros criticaron su manera de bailar “poco cubana” o recordaron su postura ambigua o más bien nula e indiferente frente a la situación en la Isla.
“Fina, glamurosa, delicada y millonaria”, comentó un usuario. Otro fue más ácido: “Es una dura y todo lo que sea, pero anda con los comunistas que oprimen Cuba”. Tampoco faltaron los curiosos que preguntaban: “¿Y dónde está Tom?”, se leía en comentarios.
Cabe recordar que en julio salieron a la luz las fotos de Ana y Tom Cruise en las aguas cristalinas de Menorca, lo que muchos interpretaron como la confirmación de un romance largamente especulado. Sin embargo, su relación con Manuel Anido, hijastro de Díaz-Canel, hacia finales de 2024 todavía sigue siendo un capítulo difícil de borrar para quienes la siguen de cerca. Hoy, esa historia parece haber desaparecido del radar mediático… ¿Será que la presión fue más fuerte que el amor?
