México sigue enviando petróleo a Cuba, pero autoridades cubanas reconocen que también falta lubricante y financiamiento. Los apagones continúan.
Aunque los barcos siguen llegando a los puertos cubanos cargados de crudo mexicano, el apagón no se apaga. México ha incrementado significativamente sus envíos de petróleo a Cuba, convirtiéndose en la principal fuente de suministro energético de la isla, superando incluso a Rusia. Pero como admitieron las propias autoridades cubanas: no basta con el combustible, también falta lubricante. Y dinero.
Según un informe de Bloomberg, la empresa estatal Pemex aumentó los envíos desde los 16,800 barriles diarios en 2023 hasta más de 20,100 barriles diarios en 2024, cifra que continúa creciendo en 2025. Solo en el primer semestre de este año, las exportaciones de crudo mexicano a Cuba ya superan el millón de barriles, con un valor aproximado de 600 millones de dólares. Este flujo de energía, gestionado a través de la subsidiaria Gasolinas Bienestar, se ha vuelto vital para sostener una economía en ruinas y un sistema eléctrico al borde del colapso.
Sin embargo, desde el propio Comité Central del Partido Comunista de Cuba se reconoce que el verdadero cuello de botella no es la voluntad política ni la capacidad técnica, sino la falta de financiamiento para adquirir “combustible y lubricante”.
La frase fue repetida en varias ocasiones durante la última sesión del órgano partidista, que analizó el cumplimiento del programa de estabilización del sistema electroenergético nacional.
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, aseguró que se ha avanzado en la sincronización de parques solares (ya hay 27 operativos) y en la recuperación de plantas térmicas, que pasaron de 850 MW a 1,100 MW de capacidad disponible. Pero la inestabilidad continúa, con apagones que afectan hasta 1,800 MW de demanda por falta de combustible.
La ironía es que, mientras la retórica oficial insiste en la soberanía energética, las estadísticas muestran una creciente dependencia de un solo proveedor extranjero. Y ese proveedor —México— juega también su propia partida geopolítica, desafiando las sanciones estadounidenses, buscando liderazgo regional y, de paso, capital político.
Mientras tanto, los cubanos siguen sin electricidad durante horas cada día, y las promesas de recuperación energética no logran materializarse en alivio concreto. Sin lubricante, literalmente, el motor de la nación chirría.
El Vicepresidente de Cuba, Roberto Morales Ojeda «sacude y saca petróleo»
Ahora, al parecer, como bien se precisaba en una publicación hecha en redes por el periodista, activista, académico e investigador cubano radicado en México, José Raúl Gallego, y el diseñador y activista Julio Llópiz, al parecer ahora, el lubricante – y no el limón – es la base de todo. O, si es posible, un lubricante que sepa a limón.
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