El reguetonero cubano Yomil Hidalgo pidió la pena capital para Damián Valdez-Galloso, el acusado de asesinar a su colega del género El Taiger, tras ver el desgarrador video de una cámara de seguridad que captó el brutal crimen en su totalidad.
“Qué clase de singao tú eres, Damián. Tu conciencia no te va a afectar, porque se ve claramente en el video que lo hiciste a sangre fría, sin remordimiento alguno”, escribió el fundador del dúo Yomil y El Dany en una historia de Instagram.
Yomil, que mantenía una estrecha relación de amistad con El Taiger antes de su muerte, pidió la pena de muerte para Damián, a quien calificó de “desecho humano”. “Tú estás en un país de leyes y estoy seguro de que la justicia va a caerte encima. Pero el desecho humano ese lo que lleva es pena capital”, zanjó.
Damián Valdez-Galloso se enfrenta al cargo de asesinato en segundo grado. En su primera audiencia ante la corte, la fiscalía alegó que no contaba con pruebas suficientes para acusarlo de asesinato en primer grado, cargo bajo el cual podría ser condenado a la pena capital si el jurado lo decide por unanimidad.
Según la firma de abogados de Miami Gallardo Lawyers, por asesinato de primer grado se suelen dictar las sentencias más duras de cualquier delito. “En la Florida todas las condenas por este delito están basadas en la pena de muerte y cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional”, se lee en su sitio web.
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El cargo de asesinato en segundo grado, por otro lado, se puede definir de dos maneras: como un asesinato intencional que no es premeditado ni planeado o como un homicidio causado por la conducta peligrosa y la falta de interés del delincuente por la vida humana.
Existen tres situaciones típicas que pueden constituir asesinato en segundo grado: los asesinatos impulsivos (el asesino sin duda tiene la intención de matar a la víctima, pero hasta ese momento no tenía ninguna intención o plan para cometer un asesinato); asesinato después de un acto destinado a causar grave daño corporal; y asesinato como resultado de una depravada indiferencia a la vida humana.