La influencer y odontóloga cubana, Camila Guiribitey, quien según su familia posee un patrimonio neto de más de 100 millones de dólares, compartió con sus seguidores la llegada de su segunda hija.
«Llegó nuestra Fresita», que acompañó un conmovedor vídeo que captura desde los instantes previos al parto hasta el momento en que sostiene a la recién nacida, mostrándola a su hermana mayor y a su abuela, conocida como la Mamilover.
La orgullosa abuela Taty Guiribitey también publicó un carrusel presentando a su nieta en el ámbito digital, destacando el gran parecido que guarda con Aurora, la hija mayor de Camila Guiribitey y su esposo Juan Carlos Izquierdo.
«Llegó mi segunda princesa mis amores. La primera foto es la bebé Fresita (hasta que mi hija no diga el nombre yo no voy a decirlo, no vaya a ser que lo cambien) y la segunda foto es Aurora, se parecen?», comentó en su publicación de Instagram.
Más adelante, fue la propia influencer quien reveló el nombre de la recién llegada a sus seguidores en un adorable video junto a su primogénita: «Aurorita y mamá quieren compartir con ustedes la llegada de la nueva miembro de esta familia ……..Baby Alma».
Los seguidores no tardaron en reaccionar a la noticia del nacimiento, enviando sus más sinceras felicitaciones y comentando el hermoso nombre elegido para su segunda hija.
«Alma, que lindo nombre”, “ALMA!!!! Omg, Camila es perfecto el nombre. Mi Dios que bendecidas son Alma y Aurora felicidades, todos los camilovers nos sentimos Tíos”, “Bienvenida Alma!! hermoso nombre, muchas bendiciones”, “Como me gusta ver a las personas felices cumpliendo sus sueños y rodeados de tanto amor», fueron algunos de los mensajes que se podían leer.
En marzo pasado, la influencer cubana sorprendió con la noticia de su embarazo. «Lo que un día pensamos imposible hoy crece en mi pancita. Muchos muchos muchos años luchando con infertilidad y hoy nuestro segundo bebé viene en camino», dijo junto a unas bellas fotos.
Un par de meses más tarde, en el mes de diciembre, reveló el sexo de su bebé en camino de forma espectacular, mediante las pantallas publicitarias de Times Square, en Nueva York, un servicio que puede tener un precio de hasta 5.000 dólares.
