Tuvo que ocurrir un desangramiento sin precedentes y perder, por ejemplo, la que quizás haya sido la mejor generación del voleibol cubano de la historia, para que de algún modo las autoridades políticas cubanas se decidieran a no seguir perdiendo talentos dentro del deporte de la malla alta y ceder a los designios divinos del «mercantilismo deportivo».
A fin de cuentas, ¿qué impedía que voleibolistas de la talla de Ihosvani Hernández, Leonel Marshall, Angel Dennis, por ejemplo, pudieran ser contratados por un club extranjero sin necesidad de largarse definitivamente del país? Nada lo impedía; solo que la necedad y la tozudez de las autoridades políticas cubanas lo impidió – y lo impedía – y de aquel equipo de ensueño de voleibol cubano – y de otros – no quedó nadie. Ya ni Wilfredo Leon Venero, ni Yoandry Leal, ni Osmany Juantorena, ni Raydel Hierrezuelo, ni Michael «El Ruso» Sánchez , ni Fernando Hernandez, ni Oriol Camejo juegan por Cuba.
De esa generación del voleibol cubano varonil solo queda, en el equipo nacional, no sin sustos y sobresaltos, Robertlandy Simón.
Aprendida la lección, la dirigencia política de la isla decidió dar a torcer su mano y por ello es que, los nacidos después, también talentosos, encontraron – no sin contratiempos – la «puerta abierta» que le dejaron los que los antecedieron.
Osniel Melgarejo, Julio Cárdenas, Marlon Yant, Javier Concepción, José Carlos Romero , Alan García, Liván Osoria, Robertlandy Simon, Lyvan Taboada, Jesús Herrera, Adrián Goide, Yohah Leon, Roamy Alonso y Miguel Ángel López González, tal vez no puedan suplir las ausencias dejadas por León, Juantorena y Leal, quienes actualmente juegan por Polonia, Italia y Brasil, respectivamente, dentro de la escuadra de voleibol cubano, pero al menos ya están contratados sin tanta necesidad manifiesta de abandonar un país que hoy festeja, por ejemplo, que con la incorporación de dos féminas, Claudia Tarín y Yensy Kindelán al club turco Edremit Belediyesi Altinuluk Spor, el voleibol de Cuba presente cifra récord de jugadores contratados en diferentes ligas del extranjero.
Sí, porque también en el voleibol femenino hubo pérdidas lamentables. La más reciente, la del talento Melissa Vargas. Una historia tan pero tan sórdida, que sería extenso explicarla con lujo de detalles.
Son en total, entre féminas y varones, 43 los voleibolistas cubanos que se desempeñan en los circuitos de Brasil, Portugal, Italia, Francia, Turquía, España, Hungría y Arabia Saudita. Recientemente se sumaron los fichajes de Miguel David Gutiérrez ( Al-Khowaildiah-Arabia Saudita), Javier Jiménez (Almería-España), Tomás Lescay (MAFC-Sport Nonprofit-Hungría) y Thalía Moreno (Leganés-España).
A fin de cuentas no estamos hablando de un país cualquiera. La historia de Cuba en el voleibol es extensa y notoria. Tanto en la rama varonil como femenina. Quien pretenda obviarla u olvidarla, tendrá que repasar primero la historia.
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