Recientes sucesos acontecidos en California han vuelto a «disparar» el debate sobre el negocio de la venta de armas en los EE.UU.
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En medio del debate hay dos polos opuestos. Los que están a favor y los que están en contra. Entre unos y otros hay matices. Los que están en contra de la venta de armas se dividen, entre los que creen que debería haber más regulaciones y prohibiciones, y los que se oponen a ellas radicalmente. Entre estos últimos están los que ponen el ejemplo de lo sucedido en Nueva Zelanda, país que poseía una altísima tasa de criminalidad debido a las armas y que de pronto, «de la noche a la mañana» acabó con el negocio de las armas. Y de la muerte de personas a manos de las armas.
Entre los que no desean que ni les quiten una bala, se dividen entre los que se escudan en posiciones extremistas sobre la Segunda Enmienda de la Constitución, que son los que radicalmente creen que van a ser desarmados; y aquellos que consideran que uno debe estar armado y protegerse, pero no hay motivos para tener 10 armas automáticas en casa.
Esta división es apenas cierta. El negocio es mucho más complejo de entender, y todos parecen converger en un punto: en los Estados Unidos, el negocio de las ventas de armas es todo un negocio. Un negocio ligado a la existencia misma de la nación.
Otro detalle es ineludible. Si nos guiásemos por los datos del Informe de impacto económico de la industria de armas de fuego y municiones de 2022 de la Asociación comercial de la industria de armas de fuego, no hay dudas que la industria de armas de Estados Unidos está en auge.
Pero, ¿cómo le va a la Florida? ¿Cuánto gana el gobierno federal de la Florida con la venta de armas?
Según este informe, el gobierno federal del Sunshine State recaudó $259,7 millones en ingresos por impuestos comerciales de la industria de armas de fuego en Florida en el 2021. Esto equivale, según la población de la Florida, a alrededor de $ 12 por residente estatal, el 25 más bajo entre los 50 estados.
24/7 Wall Street – Miami, tomando como referencia dato de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, señala que «más de 11,3 millones de armas de fuego se fabricaron en los Estados Unidos en 2020,» una cifra que representa «más del doble de los 5,6 millones producidos en 2010 y casi el triple de los 3,9 millones de armas fabricadas en 2000, La creciente demanda de armas de fuego ha sido una bendición no solo para los balances de los fabricantes de armas estadounidenses, sino también para las arcas del gobierno.
Según el grupo de defensa The Firearm Industry Trade Association, señala 24/7 Wall Street – Miami, «entre las empresas de armas deportivas y municiones y los sectores de apoyo, la industria estadounidense de armas de fuego generó $ 70.5 mil millones en producción económica en 2021.»
Y añade:
«El gobierno federal también recaudó $ 4.6 mil millones en impuestos comerciales de la industria de armas en 2021, un 84% más que una década antes. La industria de las armas de fuego en algunos estados representa una parte mucho mayor de los ingresos fiscales por armas de fuego del gobierno que otros.»
En general, la industria de armas de fuego y municiones de Florida, incluidos los sectores de apoyo, empleó a 22,332 personas en 2021. La industria generó $3,500 millones en producción económica total, o $159 per cápita, la decimosexta cifra per cápita más baja entre los estados.
Ello nos permite afirmar que la Florida estaría «en el medio» de una tabla donde existen, estados donde las armas de fuego no son un grave problema, y otros – como Texas e Illinois – donde un arma de fuego es casi un amuleto de la buena suerte dentro de una casa.
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