Los casos mundiales de coronavirus superan los 200 millones y la variante Delta de la enfermedad se extiende por el mundo, colapsando en lugares como Cuba hospitales y morgues. La pandemia ha dejado hasta el momento cerca de 4.4 millones de muertos.
Datos dados a conocer esta mañana hablan de que al menos un 2.6% de la población mundial ha sido infectada con el SARS-COV-2, aunque se presume que la cifra real sea probablemente mayor debido a las pocas pruebas en muchos países, entre ellos Cuba, donde en provincias como Ciego de Ávila y Cienfuegos las pruebas de PCR no alcanzan y las personas hacen cola de hasta tres días para poder finalmente hacerse un test.
«Nuestra batalla debe durar un poco más», dijo la doctora Rochelle Walensky, directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Ron DeSantis parece no creer en la letalidad de la variante Delta
A pesar de todas estas evidencias, el gobernador Ron DeSantis continuó ganando méritos a su apodo «Ron DeathSantis». Otra vez volvió a equivocarse con el micrófono delante, al descartar ordenar nuevamente el uso de mascarillas de forma obligatoria, además de decretar cierres parciales en determinados lugares, y otras medidas de contención contra la COVID-19, pese al aumento de casos de coronavirus en la Florida.
DeSantis se escudó en esta frase: «Estamos protegiendo el trabajo de todos los floridanos», cuando en realidad la «culpa» de lo que está sucediendo la tienen aquellos millones que no se han vacunado, y DeSantis tiene toda la potestad como gobernador para al menos intentar «motivar» a que estas personas se vacunen.
Increíblemente, DeSantis se trepó a la misma carroza de los negacionistas, sin serlo, y aseguró que el uso de las mascarillas de forma obligatoria es una medida que en el pasado había fracasado. Dijo que era ineficaz no solo en EE.UU., sino en otros países «a lo largo de esta pandemia».
«Si el uso de las mascarillas no ha frenado en seco la propagación del virus en la variante Delta, de mayor transmisibilidad que las anteriores, definitivamente no va a detenerlo ahora», exclamó DeSantis, que sin dudas va acumulando millas en esta larga carrera contra el coronavirus, pero en reversa, superando en testarudez a varios otros gobernadores de los EE.UU.
Ante cada palabra de DeSantis, su predecesor Rick Scott debió sentirse aliviado con que pronto los floridanos olvidarán lo mal gobernador que era.
DeSantis dijo que lo importante no es el número de contagiados en situación grave, sino que «el riesgo de enfermedad grave parece ser casi nulo», aunque claro esto solo aplica para quienes han completado el ciclo de vacunación.
A ciencia cierta nadie sabe quién está asesorando tan mal a DeSantis, que parece más interesado en la economía del estado que en la salud de sus votantes.
«No vamos a cerrar; vamos a tener las escuelas abiertas. Estamos protegiendo el trabajo de todos los floridanos»,
aseguró, sin embargo.
DeSantis parece sentirse respaldado más allá de Tallahassee, en Washington, por otro neófito en temas de salud, el senador Marco Rubio, que sin muertos en su familia calificó de «histeria» lo que está sucediendo actualmente, y hasta echó culpas a los medios, al calificar el hecho como una historia «que vende».
La variante india del coronavirus en Cuba
Y aunque Estados Unidos, Brasil, Indonesia, India e Irán representan alrededor del 38% de todos los casos mundiales notificados cada día de COVID-19, hay pequeños países, como Cuba, no muy lejos de la Florida, sino precisamente cerca, a tan solo 90 millas, donde las cifras son bien altas; y donde la variante Delta, más específicamente, está haciendo estragos.
La isla caribeña es el país de Latinoamérica que presenta el mayor número de infectados de acuerdo a la cantidad de habitantes. En Cuba, la variante Delta ha hecho estragos los pronósticos con relación a la enfermedad, especialmente en las provincias de Matanzas -por donde parece haber entrado, vía Varadero- La Habana, Ciego de Ávila; y actualmente Cienfuegos, Holguín y Guantánamo.
Precisamente de esta última, la más oriental de nuestras provincias, procede esta imagen. Se trata de la morgue del Hospital «Agostino Neto».
Según confirmó a Cibercuba un trabajador del lugar, allí se registran alrededor de 60 fallecidos diariamente por diversas causas; no pocos de ellos por coronavirus.
«Los servicios de Salud de Guantánamo están colapsados. La gente está falleciendo en sus casas y los carros fúnebres no te van a buscar. Pusieron dos carros de ETECSA en función de recoger cadáveres. Esto es un caos en esta ciudad», dijo la fuente al mencionado portal digital.
De acuerdo con la misma fuente, todos los cadáveres estarían siendo llevados al municipio de Manuel Tames. «No están permitiendo a ningún familiar de las víctimas acudir a los entierros que supuestamente se realizan en fosas comunes»., agregaba
La situación es tan crítica que hasta carros de la Empresa de Telecomunicaciones ETECSA estarían recogiendo por la ciudad, por las casas, cadáveres de personas fallecidas.
Entre el 17 y el 29 de julio se registraron en Guantánamo, según el MINSAP, 42 fallecidos por COVID.
Hoy, según el último parte, de los 9.363 nuevos contagios reconocidos, 474 corresponden a Guantánamo. Entre los 98 fallecidos reportados este miércoles, Guantánamo ocupa el quinto lugar por provincias, con 8 fallecimientos. Solo superada por Ciego de Ávila (23 fallecidos), La Habana (11), Cienfuegos (10) y Holguín (9).
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