Bioncaaaaaaaaaaaaaaaa, gritaría el comediante cubano conocido como Boncó Quiñongo de encontrarse presente él en el momento en que dos cubanos, Renán Ledesma Martín, de 37 años, y Odalys Martín Mendoza, de 61, se fajaron por un pomo de miel con la abuela de la víctima, una mujer de 74 años.
Según el informe de la policía de Hialeah, la confrontación comenzó cuando la víctima notó que ya no quedaba miel en casa, lo que provocó una acalorada discusión. Renán se acercó a la mujer con la intención de golpearla, mientras Odalys lo instigaba a que le pegara.
Según el informe policial, Renán y Odalys entraron a una habitación, a donde había sido llevada la anciana en plan de aplacar la situación y atacaron a la mujer.
Los vecinos, sorprendidos por el incidente, describieron a los involucrados como personas que solían llevarse bien.
«Ellos se llevaban bien ahí, él era una buena persona, la mujer no hablaba tampoco y el niño era muy bonito, ellos se llevaban bien, la verdad, pero realmente, no sé qué pasó», comentó Arnaldo de Jesús, vecino de la víctima, en referencia a la relación previa entre los acusados y la familia.
Tras la agresión, Renán y Odalys huyeron del lugar antes de que llegara la policía, pero posteriormente se entregaron voluntariamente a las autoridades.
Ambos fueron arrestados y trasladados a la cárcel del condado, donde se les fijó una fianza de $2.500. Además, se les impuso una orden de alejamiento que les prohíbe acercarse a la víctima, tanto en persona como por cualquier otro medio.
Renán Ledesma compareció ante la corte, donde se le prohibió tener contacto directo o indirecto con la víctima y se le ordenó mantenerse a 500 pies de distancia de ella y de su lugar de empleo. Odalys Martín, por su parte, también enfrentó cargos similares y recibió una orden similar, permitiéndosele regresar a la vivienda solo para recoger sus pertenencias en compañía de un agente policial, detalló en un reportaje el canal América Tevé.
Dónde se irán a vivir ahora no se sabe, pero en la casa, donde vivían todos en aparente paz y armonía hasta que se acabó la miel, no podrán quedarse.
En Hialeah, mal que le pese a la comunidad mayoritariamente cubana que se diga, es común encontrar conflictos entre cubanos que, a menudo, escalan por razones aparentemente insignificantes.
Las peleas por un parqueo y por un puesto en una cola son frecuentes, y no solo ocurre entre hombres. En diciembre de 2023, dos mujeres cubanas, una clienta y una cajera, se enfrascaron en una acalorada discusión que fue grabada y se volvió viral.
La disputa aparentemente comenzó por cómo se colocaron los artículos en la cinta de la caja o la omisión de algunos productos en la compra final. La situación rápidamente se intensificó, con una de las mujeres desafiando a la otra a salir a la calle a pelear fuera del establecimiento.
Tampoco es que sean «exclusivos» de Hialeah. En el 2024, en Coral Gables, un barrio muchísimo más pudiente y de élite con respecto a la llamada «ciudad que progresa», un hombre fue asesinado a tiros en un supermercado Publix, durante una discusión en la fila para comprar boletos de lotería.
El conflicto comenzó cuando dos hombres, que se encontraban en la línea de pago, comenzaron a discutir. La disputa escaló rápidamente, y uno de los hombres sacó un arma y disparó, matando al otro en el lugar.
Este tipo de violencia por razones aparentemente triviales resalta cómo tensiones menores pueden escalar rápidamente en situaciones trágicas, especialmente en entornos donde el estrés y la frustración pueden desencadenar reacciones extremas.
En el caso de Odalys y Renán la lógica indicaría que, comprar un pomo nuevo hubiese sido lo ideal. Incluso uno caro y grande, alrededor de los $13 dólares, hubiese sido muchísimo más barato que los miles de dólares que ahora, presuntamente, deberán pagar ambos para poder irse a vivir a otra casa u hotel.
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