El tranquilo poblado de Playa Baracoa, en la provincia de Artemisa, fue sacudido por la furia de la naturaleza cuando un devastador tornado azotó la zona, dejando tras de sí un paisaje desolador y aterrador. Las redes sociales se inundaron de imágenes desgarradoras que mostraban la magnitud de la destrucción, con familias enteras perdiendo sus hogares y posesiones en cuestión de minutos.
El evento, que duró apenas 20 minutos, fue suficiente para cambiar la vida de los residentes del municipio de Bauta. Las casas, construidas con el esfuerzo de años, fueron arrasadas por la fuerza implacable de los vientos, que según los informes preliminares, alcanzaron velocidades entre 125 y 137 km/h, clasificando el fenómeno como EF0 según la escala Fujita Mejorada.
En la zona de La Loma, el desastre fue palpable. Las viviendas fueron despojadas de sus techos, las estructuras colapsaron, y los árboles fueron arrancados de raíz, dejando a muchas personas sin más refugio que el cielo abierto. Los residentes compartieron su horror y desesperación a través de videos y fotografías que documentaban las pérdidas cuantiosas. Una de las imágenes más impactantes fue la de los tanques de agua arrancados de las cubiertas de las casas, evidenciando la ferocidad del tornado.
La comunidad se movilizó rápidamente en busca de ayuda para aquellos más afectados, como Erika Masiel Campbell y su familia, quienes lo perdieron todo. Las redes sociales se convirtieron en una plataforma para la solidaridad, con números de contacto compartidos para aquellos que pudieran ofrecer apoyo de cualquier tipo.
El tornado, un fenómeno atribuido al fuerte calentamiento diurno, alto contenido de humedad relativa, condiciones locales de inestabilidad, y la presencia de una vaguada superior en el golfo de México, recorrió una distancia aproximada de un kilómetro y medio, desde la Escuela Primaria Héroes de Cangamba hasta la localidad de La Loma.
A pesar de la rápida respuesta de la comunidad y la cobertura en redes sociales, las autoridades locales, municipales y provinciales tardaron en pronunciarse sobre el evento.
El periodista cubano Alberto Arego publicó varios posts, en su perfil de Facebook, donde muestra las imágenes de cómo quedó el poblado tras el paso del fenómeno meteorológico.
Mientras tanto, el Instituto de Meteorología de Cuba confirmó el suceso a través de su primer reporte en redes sociales, reproduciendo la información del Centro Meteorológico de Artemisa.
Este no es el primer evento de su tipo en la región. En meses anteriores, otros tornados y trombas marinas causaron estragos en diferentes áreas de Cuba, destacando la vulnerabilidad del país ante tales fenómenos naturales.
También, lamentablemente, dejan a la luz el escaso o nulo apoyo del gobierno ante las catástrofes de este tipo. Y de otras.
Numerosos testimonios dan cuenta del desamparo en que viven aún numerosas familias residentes en la provincia de Pinar del Río que fueron golpeadas severamente por el huracán Ian en el 2022.
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Recientemente, otra «catástrofe natural», el derrumbe de un edificio en La Habana, permitió conocer de primera mano cómo el gobierno elabora un discurso de apoyo a las víctimas, pero estas son abandonadas. Afectados por esta tragedia revelaron que estuvieron varios días durmiendo en el piso de una escuela, mientras en las redes, cientos de internautas se cuestionaban por qué no habían sido llevados a uno de los hoteles que actualmente permanecen vacíos en La Habana debido a la baja turística.
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Otro quejoso, en un caso que involucra un incendio, acusa por estas horas al gobierno también, de que no le han dado nada y que lo perdió todo.
Se trata de un cubano, identificado como Yonerkis Ortiz Soria, quien tras un incendio devastador en su hogar en Florida, Camagüey, causado por un cortocircuito, le escribió al ya mencionado periodista cubano Alberto Arego narrándole cómo lo perdieron todo.
A pesar de los esfuerzos comunitarios para extinguir las llamas, la ayuda gubernamental fue tardía e insuficiente, ofreciéndoles solo un alojamiento precario sin acceso a necesidades básicas como comida y agua, lo que ha llevado a este cubano también a cuestionar la falta de apoyo y humanidad en su situación, que califica de desesperada.
