El caso de Ediesky Piñeiro ha resonado con fuerza en las redes sociales, no solo por la brutalidad del crimen, sino por las circunstancias que rodean a la familia: una madre con dos hijas pequeñas, sin recursos, intentando salir adelante tras una pérdida irreparable.
Según la protagonista de esta epopeya agrícola, en su tierra fértil no falta nada. Repitámoslo para que no queden dudas: "Toda la gama de vianda, toda la gama de vegetales y hortalizas".
Su pronunciamiento ha generado debate en la comunidad cubanoamericana, evidenciando las divisiones existentes respecto a cómo abordar la presencia de exfuncionarios del régimen cubano en Estados Unidos y el papel de la denuncia ciudadana en estos casos.
Desde el incidente, la influencer ha experimentado problemas gastrointestinales que cree están relacionados con la picadura, la cual también le dejó una gran cicatriz.
En medio de un panorama informativo saturado de tragedias, conflictos y catástrofes, una mujer ha logrado destacarse con un contenido completamente distinto: buenas noticias....
Mientras tanto, la comunidad médica aprovecha la situación para resaltar la importancia de la educación sexual y científica en la sociedad. Lo que sí parece seguro es que este insólito relato seguirá siendo objeto de bromas durante mucho tiempo.
La historia del piloto cubano conocido como "Dido" es parte de un capítulo especial en la relación bilateral entre Cuba y China. En 1961, más de 200 jóvenes cubanos fueron enviados a China para recibir formación en aviación y mantenimiento de aeronaves, contribuyendo luego al fortalecimiento de la Fuerza Aérea cubana.
Las experiencias compartidas por estos youtubers coinciden en mostrar una Cuba que enfrenta serias dificultades. La decadencia arquitectónica, la falta de productos esenciales y la caída del turismo han convertido a La Habana en una ciudad desolada y silenciosa en muchos de sus rincones.
Este incidente ha reavivado el debate sobre la seguridad en espacios públicos en Cuba, así como la falta de acción por parte de las autoridades para controlar a los "disparadores", quienes han convertido zonas de La Habana en lugares peligrosos para transeúntes, especialmente para mujeres.