La pequeña Amanda Lemus Ortiz, símbolo de esperanza y lucha, ha dado un nuevo paso en su recuperación al pronunciar su primera palabra.
No ha sido ni «papá» ni «mamá». Tampoco «nené». Ni siquiera «tata» o «tete». Ha sido la «extrañísima» palabra “¡Aquí!”.
¿Qué les parece? ¡Se nos viró con ficha Amandita! Como si le hubiesen preguntado «dónde quería estar», si en Cuba o en España.
Este emotivo momento fue compartido por la activista Lara Crofs en su cuenta de Facebook. Lara fue quien lideró la campaña que permitió su traslado desde Cuba a España para recibir el tratamiento médico que necesitaba.
Amanda, diagnosticada con atresia de las vías biliares, cirrosis hepática tipo 2, osteoporosis e insuficiencia renal, enfrentó un sistema de salud en Cuba que no podía ofrecerle el trasplante de hígado urgente que requería. Gracias a una intensa movilización en redes sociales y campañas de recaudación de fondos, se logró su traslado al Hospital Universitario La Paz en Madrid, donde su padre, Emmanuel Lemus, le donó parte de su hígado.
Desde su operación en marzo de 2024, Amanda Lemus ha enfrentado múltiples intervenciones quirúrgicas, incluyendo la colocación de un stent en la vía biliar debido a complicaciones postoperatorias. A pesar de estos desafíos, su progreso ha sido notable. Actualmente, se sienta sola, participa en sesiones de fisioterapia y ha comenzado a balbucear palabras, siendo “¡Aquí!” la primera que pronuncia con claridad.
El video compartido por Lara Crofs muestra a Amanda diciendo “¡Aquí!” entre risas, rodeada de sus padres, Mila Ortiz y Emmanuel Lemus. Este instante ha conmovido a miles de personas que han seguido su historia desde el inicio. Lara expresó: “Amanda es el ejemplo vivo de que no podemos nunca perder la fe, por difícil que sea el camino”.
La historia de Amanda Lemus Ortiz destacó el poder de la solidaridad y la acción colectiva entre los cubanos. Su caso movilizó a cientos de personas dentro de la sociedad civil cubana, el activismo y la diáspora internacional, demostrando que la unión y la determinación pueden superar incluso la barreras más difícil: la de la reticencia del régimen a reconocer que su sistema de salud, otrora llamado «Potencia Médica», es actualmente un desastre.
Hoy, Amanda no solo representa una victoria médica, sino también un símbolo de esperanza y resiliencia. Su «extraña» primera palabra es un testimonio del amor, la fe y la fuerza de una comunidad que se unió para salvar una vida.
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