El expelotero Pedro Arozarena, uno de los bateadores más sólidos de los equipos Habana en los años 90 y 2000, falleció a los 54 años. Integrante del equipo Cuba juvenil y figura clave en la ofensiva de los Vaqueros, su muerte ha generado numerosas reacciones en el béisbol cubano.
Dos figuras vinculadas al deporte y el béisbol en Cuba, uno desde la narración deportiva, otra desde el apoyo cercano a su esposo, un pelotero, fallecen en la isla.
Terminó la Serie y todavía la afición está esperando a que la prensa oficial entreviste a Tomás o a algún médico para desentrañar el secretismo de la prolongada intoxicación del toletero habanero.