Las declaraciones de Donald Trump tras el asesinato de Rob Reiner y su esposa provocaron una reacción inusual dentro del Partido Republicano. Senadores, congresistas y antiguos aliados del mandatario condenaron el uso político de una tragedia familiar, abriendo una grieta interna que expone los límites —cada vez más difusos— del discurso presidencial en un país marcado por la polarización.
El Miami Herald dedicó un editorial a la congresista María Elvira Salazar por criticar la nueva ofensiva migratoria de Donald Trump, una pausa generalizada de solicitudes de asilo, residencia y ciudadanía que ya está afectando a inmigrantes legales en el sur de Florida. Aunque el diario reconoce su postura como valiente dentro del Partido Republicano, cuestiona el silencio de otros dirigentes locales, especialmente cuando las medidas están interrumpiendo naturalizaciones y detenciones sin antecedentes. El editorial concluye que, en una comunidad levantada por inmigrantes, más voces republicanas deberían alzarse.
Miami rompió casi treinta años de dominio republicano al elegir a Eileen Higgins como su primera alcaldesa. El giro abre interrogantes sobre si se trata de un voto de castigo a la agenda antiinmigratoria o del hartazgo con la clase política tradicional. La ciudad, mayoritariamente hispana, redefine así su mapa político en un momento clave para Florida.
A decir verdad, y sin que se me ofenda, María Elvira lo que ha hecho es descubrir el agua tibia; porque si se iba a castigar a alguien, era al Partido Republicano que Donald Trump prometió transformar y terminó convirtiendo, según muchos, en una máquina de incoherencia.
El Aeropuerto Internacional de Miami decidió no transmitir el video de la Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en el que culpa a los demócratas por el cierre del gobierno federal.
Aunque Musk aún goza de respaldo en ciertos sectores republicanos, su caída en popularidad se debe en gran parte a la percepción de que su involucramiento en política se ha vuelto más ideológico que pragmático. Incluso algunos de sus seguidores más fieles han expresado preocupación por su constante presencia en debates políticos y sus posturas cada vez más alineadas con el ala dura del partido.
El control republicano del Senado representa un cambio significativo en el equilibrio de poder en el Congreso de Estados Unidos, con implicaciones profundas para la dirección política del país en los próximos años.
La proclamación anticipada de Trump ha generado reacciones mixtas a nivel internacional. Líderes mundiales como los primeros ministros de Holanda, India, Reino Unido, Rusia y Hungría han felicitado al expresidente, expresando su disposición a trabajar con él. Organizaciones como Abandon Harris, un movimiento musulmán, también han expresado su apoyo a Trump.
La candidatura de DeSantis afecta directamente a Donald Trump, ya que ambos competirían por la nominación del Partido Republicano y la rivalidad entre DeSantis y Donald Trump se ha intensificado en los últimos meses.
Ganar la Florida no hará a los republicanos ganar las elecciones generales en Estados Unidos en el 2024. Para hacerlo, si bien no parece difícil debido al bajo desempeño del demócrata Biden al frente de la Casa Blanca, deben encontrar una fórmula, y esa fórmula pudiera ser una alianza entre DeSantis y Trump.
Las "noticias falsas" que esgrime aún Donald Trump con relación a las elecciones hace dos años, ha hecho que Ron de Santis gane más adeptos para la nominación republicana de 2024 que el ex presidente. Lo único que falta, ahora, es que el gobernador de la Florida diga si se postulará. O no.
El motivo de los llamados "a la candela", tiene que ver con la creciente rivalidad supuesta que hay entre él y Trump por el cupo republicano hacia la presidencia. Pero DeSantis no quiere tiquitiqui por ahora. De aquí al 2024, queda mucho trecho.
El expresidente Donald Trump confirmó el martes por la noche en su residencia de Mar-at-Lago, en West Palm Beach, Florida, que se postulará para presidente en 2024; pero su ex VP, Mike Pence dice que hay mejores opciones.