los forenses encontraron no solo restos de comida sin digerir, sino también elementos extraños: cáscaras de huevo y plumas en el estómago del menor, señal de que el pequeño había estado ingiriendo objetos sin supervisión. Esos hallazgos ya sugerían negligencia, pero la pieza definitiva llegó con el informe toxicológico.
En medio de la crisis cubana, una madre habanera dio a luz a trillizos en el hospital González Coro, un nacimiento excepcional que el personal médico celebró como un pequeño triunfo. La historia, confirmada por fuentes oficiales y retomada por la prensa independiente, llega en un país donde la natalidad cae en picada y cada parto parece un acto de resistencia cotidiana.
Por ahora, lo único seguro es que, cuando a esa niña le pregunten en la escuela en qué hospital nació, tendrá una respuesta digna de crónica: “Yo nací en una Yutong, en la carretera”. Y detrás de la anécdota quedará lo esencial: la destreza de un grupo de enfermeras, la cadena de manos que se tendieron en medio del pasillo y la certeza incómoda de que, en la Cuba de hoy, incluso un nacimiento puede convertirse en metáfora del país entero.
En Miami, donde residen, los paparazzi lograron captar recientemente a Anna acompañando a sus tres hijos a la escuela, vestida con un holgado suéter que despertó sospechas de un posible embarazo.
Mientras Ana de Armas expresa públicamente su deseo de ser madre, los rumores sobre su vínculo con Cruise se mueven entre la ilusión de una nueva familia y la sombra de una vieja disputa religiosa. El tiempo, como en sus propias palabras, dirá si el amor es suficiente o si la historia vuelve a repetirse.
De acuerdo con las autoridades de la isla, el incremento de tres meses se toma en “el marco de las proyecciones nacionales para corregir distorsiones y reimpulsar la economía en 2024”.
En la plataforma independiente cubana de anuncios clasificados Revolico.com, fue publicado el 14 de marzo pasado un anuncio que ofertaba el alquiler de un...