A pesar de que las autoridades estadounidenses han advertido que la frontera seguirá cerrada para la migración irregular, se cree que cientos de miles de extranjeros estarían en camino a la frontera, y que solo algunos cumplen con los requisitos para aplicar a vías legales de migración.
El plan migratorio de Biden, que incluye una nueva política ya vigente para comenzar a expulsar a cubanos, haitianos y nicaragüenses en la frontera de Texas, además de venezolanos que llegan ilegalmente, parece haber llegado demasiado tarde. Cuando ya la crisis era insostenible, porque evidente era. Desde hace rato.