“Alejandro es el arquitecto de la Tarea Ordenamiento y del desastre económico reciente; tendrá que pagar por el daño hecho al pueblo cubano”, dijo su hermana María Victoria Gil.
Con el amanecer del 29, Melissa ya había tocado tierra por Guamá con vientos cercanos a 200 kilómetros por hora, y el discurso oficial insistía en la épica de la resistencia mientras la gente pedía información clara, órdenes coherentes y ayuda tangible.
El legado de Álvaro Pérez Morales se ancla en una etapa de transición y consolidación del sistema de transporte nacional, especialmente del ferrocarril como símbolo de progreso y movilidad en un contexto post-crisis. Su deceso cierra un capítulo importante en la historia del MITRANS y en la memoria colectiva de generaciones de trabajadores del transporte en Cuba.
El recorrido de los dirigentes cubanos y las medidas que se toman en cada provincia parecen ser una repetición constante de respuestas que, lejos de resolver los problemas estructurales del país, perpetúan el estancamiento económico y social.
Congresistas cubanoamericanos han intensificado sus llamados para que la administración de Joe Biden implemente medidas más estrictas y evite la entrada de exfuncionarios del régimen.
La percepción de nepotismo y favoritismo, ejemplificada en casos como el de Manuel Anido Cuesta, socava la credibilidad de esta política y resalta la necesidad de una implementación más transparente y equitativa.
A medida que la crisis en Cuba se profundiza, el partido parece cada vez más desconectado de las realidades del país. Los cubanos saben que los problemas que enfrentan no se solucionarán con más discursos, sino con acciones concretas y cambios reales. Mientras el PCC sigue hablando de sacrificios y revoluciones pasadas, el pueblo exige una revolución nueva, una que realmente mejore sus vidas.
Liván Fuentes Álvarez es un ex funcionario cubano, más específicamente un alto miembro del Partido Comunista de Cuba y Gobernador en la Isla de la Juventud que no pudo entrar a los EE.UU. a pesar de haber sido aprobado con el llamado Parole Humanitario.
Mientras el gobierno cubano mantiene un discurso de resistencia y soberanía, sus propios funcionarios y sus familias buscan un futuro en el exterior, evidenciando las profundas fisuras dentro del sistema cubano.
Las instrucciones se refieren como “indidencias” a cualquier manifestación contraria al gobierno cubano, para cuyo control se “activa el consejo de dirección y se procede a través del sistema de aviso a informar a la instancia superior y a los compañeros del MININT”.