La jornada amaneció con un cambio clave en el mapa: el disturbio del Atlántico central ya es tormenta tropical Humberto, con perspectiva de fortalecimiento en los próximos días, mientras el sistema más cercano al Caribe —Invest 94L, sobre La Española— seguirá “exprimiendo” lluvias y ráfagas hacia el oriente cubano y las Bahamas.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) confirmó a primera hora de este jueves que Humberto, la octava tormenta nombrada de la temporada, continuará organizándose a medida que avanza al noroeste en mar abierto.
Por ahora, no hay alertas costeras vinculadas directamente a ese ciclón, y según la trayectoria prevista se inclinará en las próximas horas al Norte, pero su presencia modula el patrón regional y añade incertidumbre a la evolución de 94L, que si se convierte en tormenta tropical llevará el nombre de «Imelda».

¿Qué implica esto para Cuba oriental y el sur de Florida?
A muy corto plazo, el riesgo por precipitación se mantiene y aumenta en ventanas de 24–72 horas. Weather.com detalla que 94L está dejando aguaceros con acumulados localmente fuertes en República Dominicana y Haití, con la actividad propagándose hacia Cuba oriental (Guantánamo, Santiago, Granma, Holguín) y el arco de Bahamas. Si la perturbación termina de organizarse —con alta probabilidad de desarrollo en 2 a 7 días— podría convertirse en la próxima depresión/tormenta del Atlántico occidental, lo que reforzaría bandas convectivas, vientos en rachas y mala mar sobre la región.

La Oficina de Miami del Servicio Nacional de Meteorología describe un escenario de “tiempo revuelto” en el sur de la Florida: aire tropical muy húmedo, tormentas de la tarde con potencial de acumulados puntualmente altos, y un frente débil tendiendo a estacionarse más al norte, ingrediente suficiente para activar células fuertes en el litoral atlántico (encharcamientos rápidos en zonas de drenaje deficiente, pasos a desnivel y avenidas). Ese telón de fondo puede verse amplificado si 94L se organiza cerca de Bahamas, aumentando gradiente de presión, viento costero y oleaje en el Atlántico sur de Florida.
Los productos del Weather Prediction Center (WPC) incluyen franjas del estado dentro de su Excessive Rainfall Outlook (Días 1–2), una señal de que existen probabilidades no despreciables de que la lluvia supere los umbrales de escorrentía en lapsos de 1 a 6 horas. En el contexto actual —humedad saturada, forzamiento local y bandas externas de un disturbio tropical— las inundaciones urbanas repentinas son el peligro más inmediato, incluso sin un impacto ciclónico directo. Recomendación práctica: evitar conducir sobre calles anegadas, revisar desagües en patios y comunidades bajas y seguir avisos locales.
Del lado cubano, el INSMET ya identifica en su parte oficial a Humberto en el Atlántico y mantiene vigilancia sobre el patrón de lluvias que se desplazará hacia el oriente del país a medida que 94L avance desde La Española y el sureste de Bahamas. Aunque la trayectoria e intensidad del disturbio seguirán ajustándose con las próximas salidas de modelos, el mensaje operacional es claro: el impacto por precipitación es inminente en ambas orillas del Estrecho de la Florida.





