Vuelve a hacerlo, vuelve a colocarse del lado del poder: Silvio Rodríguez es la complicidad abyecta contra el que reprime
Insiste Silvio Rodríguez en ser el necio. En hacer honor a aquella canción que compuso en 1991. De acuerdo con la Real Academia Española necio tiene varias acepciones: ignorante y que no sabe lo que podía o debía saber; falto de inteligencia o de razón; y terco y porfiado en lo que se hace o dice.
Por aquellos años y en una entrevista para Radio Nacional de Venezuela, el trovador declaraba: «Cuando escribí ‘El Necio’, estaba pensando en Fidel (Castro) y, hasta cierto punto, en mí».
Pues ahora cuando finalmente se ha pronunciado no oficialmente en su blog Segunda Cita ni en sus redes sociales, sino enmascarado desde un comentario, acerca de las protestas que se suceden en la isla desde el domingo, Silvio es mediocre hasta en su cobardía. Y cubanos de adentro y de fuera de la isla lo han puesto a parir. Ya su trova no se la cree nadie.
Dice Silvio Rodríguez: «Hace poco afirmé aquí mismo que ciertos escándalos terminarían cuando se legalizaran las protestas. No me retracto de haberlo dicho. Lo creo firmemente y creo que, más que posible, será un necesario indicio de madurez y fortaleza de nuestra sociedad… Pero el momento en que ocurren manifestaciones preparadas y alentadas por el régimen imperial no es el mejor para sacar el tema. Este es un momento de defensa de los incuestionables logros de nuestro país, a la vez que exige de nosotros una muy profunda y lúcida meditación sobre nuestra realidad…»
En la reacción de Silvio Rodríguez -tan timorata como su necedad- no hay ni una mención a la violencia y la represión del gobierno contra quienes protestan y piden otra Cuba. Ni una… Sus palabras son una trova barata de connivencia con el castrismo y sus métodos. Rodríguez no parece haber nacido en la misma isla que el músico Vanito Brown o el actor Orlando Fundichely.
Tanto Vanito como Fundichely han hablado claro de la realidad que vive Cuba por estos días. Al que fuera integrante de Habana Abierta en su perfil de Facebook se le escucha decir: «La jugada más y mejor cantada no puede estar… el gobierno nos quiere divididos, nos quiere enfrentados, está en el divide y vencerás. No va a vencer. Se tienen que ir o por las buenas o por las malas… No sirven, no funcionan, no quieren al pueblo, lo desprecian… Llevan 62 años robándole la paciencia, robándole la ilusión a la gente, robándole la vida, enfrentándonos, dividiéndonos…»
Fundichley, por su parte, envía un mensaje a Miguel Díaz-Canel -quien dio la orden de combate contra los que se manifestaban en las calles pacíficamente: «Preferiste iniciar una guerra entre cubanos, una guerra muy desigual dónde unos tienen hambre y los otros tienen armas, pero tu cálculo te ha salido mal porque no contaste con el mambí que lleva cada cubano adentro, se te olvidó que nuestras mujeres llevan sangre de Mariana Grajales y tu capacidad intelectual no te alcanzó para entender que te estabas metiendo con la generación equivocada. El otro murió sin el juicio final, pero a ti la historia no te absolverá. Vas a pagar cada gota de sangre, cada lágrima derramada, cada encierro injusto. Vas a pagar y todos seremos testigos en tu juicio».
