Como un suceso tragicómico – como todo lo tragicómico que envuelve la vida de quien gobernara Cuba durante tantos años – el conocido evento del «Comes y te vas» celebra hoy «su último día» de su «veinte aniversario», pues tuvo lugar en unas fechas como estas, pero del año 2002.
En honor a la verdad, y en tema de «Cumbres», lo que quizás más retengan los cubanos en su memoria es a la psicóloga millonaria, el 2015 en Panamá, y su acalorada defensa de haberse comprado su pasaje con su salario frente al periodista Mario Vallejo.
Pero Susely Morfa, aunque era ya 1ra Secretaria de la UJC, no tenía rango de Jefe de Estado, como sí lo tuvo Fidel, que antes del «Comes y te vas», ya había tenido sus encontronazos con otros gobernantes del área centroamericana, como es el caso del presidente de El Salvador, ya fallecido, Francisco Flores, que en honor a la verdad fue el primero que – al menos públicamente, según trascendió – fue el primero en encarársele y cuadrársele a Fidel en una Cumbre.
El suceso de Flores con Fidel ocurrió también en Panamá, pero en el año 2000. Es decir: dos años antes del «Comes y te vas», que protagonizaron vía telefónica Fidel Castro y el entonces presidente de México, Vicente Fox.
En honor a la verdad el «Comes y te vas» no fue tan sonado como el rafagazo que le soltó a boca de jarro Flores a Fidel, ante la mirada atónita de Mireya Moscoso, anfitriona de la X Cumbre Iberoamericana, cuando le dijo:
“Es absolutamente intolerable que usted, involucrado en la muerte de tantos salvadoreños; que usted, que entrenó a muchísimas personas para matar a salvadoreños; me acuse a mí de estar involucrado en el caso de Luis Posada Carriles”
Tampoco fue tan sonado, el «Comes y te vas», como el «¿Por qué no te callas?» que le dijera el Rey Juan Carlos de España, al discípulo de Fidel Castro, Hugo Chávez Frías. Este es, por mucho, el raspapolvos más sonado en la historia de las Cumbres Iberoamericanas, y ocurrió en XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado celebrada en Santiago de Chile en el año 2007. O sea, cinco años después del «Comes y te vas».
Lo que sí es verdad – también – es que la crisis generada por el «Comes y te vas» estuvo a punto como nunca, de dañar las tradicionales relaciones amistosas entre los gobiernos de México y Cuba, que tienen siglos de fundadas y son tan arraigadas que México fue el único país que se negó a romper relaciones con la isla caribeña, y uno de los seis que se abstuvo en la votacion que decretó la expulsión de Cuba de la OEA, el 31 de enero de 1962.
Pero, para quienes no habían nacido y para los que no lo recuerden, ¿qué fue el «Comes y te vas»
«Comes y te vas». La frase de Vicente Fox a Fidel Castro en marzo del 2002
En marzo del 2002, el entonces presidente de Cuba Fidel Castro tenía previsto asistir a una cumbre extraordinaria a celebrarse en la ciudad mexicana de Monterrey, donde, según el cronograma, coincidiría con el entonces presidente de los EE.UU. George W. Bush.
Castro, que solía asistir desde el primer día y escuchar todo y opinar sobre todo, asistió al evento, que se celebró del 18 al 22 de marzo de 2002; pero apenas pronunció su discurso, hizo su despedida. Y la hizo diciendo:
“Pido disculpas a todos por no poder continuar con ustedes por una circunstancia especial creada por mi participación”.
Y se fue.
Desde esa fecha, se generó un intenso debate en la sociedad mexicana con relación a cuál había sido esa «circunstancia especial» que había impulsado a Castro a salir repentinamente de México.
Desde La Habana solo se hacía referencias a que México tenía que explicarlo. Desde México hacían alusión a que no sabían por qué Castro se había ido tan intempestivamente.
Finalmente, un mes después, Castro se cansó al parecer de todo el debate entre ambos gobiernos y los periodistas, e hizo público un audio de una llamada telefónica, en el que el que se podía escuchar al presidente de México Vicente Fox pedirle a Castro que no le creara una situación incómoda en Monterrey con su invitado de honor, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
El pedido de Fox era que Castro diera su discurso, asistiese al almuerzo de gala, se sentase y todo a su lado, y apenas terminara el último bocado, se largara de regreso a la isla.
Castro, que entendió muy bien el pedido desde el principio, de manera muy socarrona y a sabiendas que la conversación estaba siendo grabada y que le serviría luego para un eventual chantaje político hizo que Fox le repitiera de manera concisa todo aquello. Y cayó en la trampa.
«Sí, comes y te vas”, le dijo.
Fox duraría 4 años más en el poder, pero no sin vendabales políticos encima de él que le cuestionaban el injerencismo de EE.UU. en sus decisiones políticas.
Al día de hoy, según encuestas, es, dentro de los presidentes de México de los últimos 50 años, el que peor precedente dejó entre los mexicanos.
Parte de ese mal sabor proviene de aquella frase, de aquel «Comes y te vas» que un día, le dijo Fox a Fidel Castro.
