Uno anuncia la opulencia de su cumpleaños en medio de la peor crisis que vive la isla durante las últimas décadas. Otro se va de compras y de cenas en Madrid junto a su novia, la millonaria Ana de Armas. Ambos tienen en común un rasgo muy distintivo. Son parte de la más alta clase política de la isla y sirven sin ambages a la revolución. Se trata, ya lo imaginan de Sandro Castro, nieto de Fidel Castro y Manuel Anido Cuesta, hijastro de Miguel Díaz Canel y asesor presidencial.
Los dos están al margen de la amarga realidad que vive el país. De las debacles del sistema eléctrico, de la escasez de alimentos, de la miseria de todo tipo. Viven, a fin de cuentas, en otra Cuba, ese país donde la precariedad brilla por su ausencia y los paseos en carros de lujo y las cenas en restaurantes de alta categoría parecen ser moneda común.
Primero fue el escándalo del hijastro de Canel paseando por Madrid como novio de la famosa actriz cubana y ahora la descendencia de los Castro vuelve a hacer de las suyas. La aparición de estos escándalos ha provocado la ira de casi todos los cubanos, incluso de los defensores del régimen, que se muerden los dientes para no reventar ante semejante agravio a un pueblo que lo dio todo por un proyecto que hace aguas. Pero eso no es a todas luces lo peor. Porque la burla es una de las mayores ofensas que se le puede hacer a una persona que dedicó su vida a la promesa de un futuro que no llegó. Y no hay mayor burla en este momento cubano que la promocionada fiesta de Sandro Castro y de los paseos de alcurnia del asesor del hombre colocado por Raúl Castro en el poder.
Las redes como era lógico se han llenado de repudios a semejantes actitudes. No faltan los que aseguran que la conducta de estos jóvenes lo único que ha hecho es revelar la educación que han tenido durante su vida. Otros han tratado de desvincular sin demasiado éxito a estas personas de la línea familiar.
Lo cierto es que Cuba esta sin corriente eléctrica, las personas ven cómo sus alimentos se echan a perder y la sanidad sigue en picada libre. Manuel Anido Cuesta como asesor presidencial debería estar en Cuba cumpliendo precisamente sus funciones y el nieto de Castro no sabemos realmente qué debería estar haciendo. Aunque la promoción de su cumpleaños a todo tren lo único que indica es lo que muchos saben, pero no todos se atreven a decir.
