La influencer cubana Samantha Espineira ha vuelto a la carga contra aquellos que, según ella, la juzgan “sin conocer toda la verdad” detrás del escandaloso arresto de su novio, el millonario italiano Alessandro Piga, apresado a finales de julio por el delito federal de conspiración para cometer fraude bancario.
Alessandro Piga, de 32 años y pareja de Samantha Espineira desde agosto de 2023, fue detenido por el Servicio de Marshall de Estados Unidos el 27 de julio y ahora se encuentra a espera de juicio en el Centro Federal de Detención de Miami (FDC), con fecha de liberación aún es desconocida.
Desde que comenzó su relación con Piga, Samantha, con más de 1 millón de seguidores en Instagram, ganó mayor popularidad en redes por presumir de su glamuroso estilo de vida, repleto de autos de lujo y viajes en jet privado a destinos como Londres, Hawái, México, Dubai e Italia, entre otros.
Cuando se conoció la noticia sobre el arresto de Piga, la también modelo infirió en redes sociales que se trataba de un malentendido y se defendió de las críticas, alegando que la información pública sobre la detención es “solo una pieza del rompecabezas”.
Detalles del arresto de Alessandro Piga: Novio de influencer cubana Samantha Espineira preso por fraude bancario
En un “texto dedicado a todas las personas que están opinando erróneamente acerca de todo lo que está pasando”, Samantha pidió a sus seguidores “reflexionar sobre la posibilidad de que haya más de lo que se ve a primera vista”, antes de emitir un juicio.
“La próxima vez que sientas la tentación de juzgar, recuerda que tu visión es solo una pieza del rompecabezas. Cada historia merece ser escuchada en su totalidad, y cada persona merece ser entendida más allá de las apariencias. Solo así podemos acercarnos a una comprensión genuina y justa de la realidad que nos rodea”, escribió este jueves en sus historias de Instagram.
“Si deseas conocerme, te ofrezco la oportunidad de hacerlo, pero si prefieres juzgarme sin saber, entonces tus palabras no tendrán el poder de definir quién soy”, finalizó, no sin antes añadir un “Dios los bendiga”.
