El polémico expelotero cubano, Víctor Mesa, considerado por muchos una leyenda viva del deporte nacional cubano arribó el pasado viernes a la isla junto a su esposa, luego de tres años viviendo en Estados Unidos.
De acuerdo con un reporte del medio especializado Swing Completo, la presencia de Mesa en La Habana esclarecería su estatus migratorio en el país norteño, donde la comunidad cubana lo ha criticado por sus declaraciones a favor del sistema político y el gobierno de la isla.
El exmanager de los equipos Villa Clara, Matanzas e Industriales, de la Serie Nacional de Béisbol se declaró comunista en una entrevista transmitida durante un programa deportivo de Univista TV, en 2020.
Recientemente se había rumorado que al otrora estelar jugador y padre de Victor Victor Mesa, quien juega en las Grandes Ligas de Béisbol estadounidense le habían negado la residencia en aquel país.
Los medios estatales cubanos aprovecharon para criticar la supuesta “falta de libertad de expresión” en Estados Unidos y afirmaron que la “receta” aplicada para todo artista y deportista que dijera lo que piensa en una ciudad como Miami era una “cuota de humillación”.
Según Swing Completo, la familia Mesa-Ríos estaba el sábado en su casa particular en el municipio Plaza de la Revolución, de la capital cubana, en un ambiente de celebraciones y bajo un estricto circuito de seguridad.
“Mientras, vecinos del lugar aseguraron que el reencuentro con el afamado director sucedió con total espontaneidad y prometió tener algún detalle con los niños que, en el parque más cercano, imitaban sus jugadas”, añade el medio deportivo, estimó que la entrada de la pareja a Cuba “permite pensar que la esperada residencia llegó a su poder”.
Asimismo, concluye que sería “descabellado” especular que Mesa y su esposa hayan viajado a la isla “sin poseer un documento legal que justifique su estancia en el territorio norteamericano y le prohíba regresar”.
Aunque Víctor nunca fue disciplinado ni respetuoso con las reglas, sobre todo las del béisbol, que violó a su antojo un sinnúmero de ocasiones durante su paso por el campeonato cubano, provocando la furia y hasta el desprecio por parte de aficionados y peloteros hacia su actitud.
Pese a todo, las autoridades de la isla nunca dejaron de respaldar al estratega del deporte, presuntamente por sus relaciones con la cúpula gobernante de Cuba.
Así que la verdad todavía está por ver.
