«No se reconoce legitimidad en las razones que se esgrimen para la marcha», responde al régimen a los cubanos pidieron los permisos
Primero el régimen buscó contrarrestar las protestas pacíficas con ejercicios militares, ahora finalmente las declaran ilícitas.
En una carta que dirigen a Yunior García Aguilera, quienes gobiernan Cuba creen zanjar el tema con lo que denominan como respuesta al documento presentado sobre la decisión de realizar una marcha con fines desestabilizadores.
«En atención al documento presentado, sobre la decisión de varios firmantes de realizar una marcha en fecha próxima, le comunico: El artículo 56 de la Constitución, que se menciona como sustento legal, dispone entre los requisitos para el ejercicio del derecho a la manifestación, la licitud y el respeto al orden público y el acatamiento a las preceptivas establecidas en la ley. En cuanto a la licitud, no se reconoce legitimidad en las razones que se esgrimen para la marcha», se lee en el texto replicado por varios medios oficialistas.
El funcionario que redactó y firma la carta a Yunior supuestamente es Alexis Acosta Silva, que se desempeña como Intendente del Consejo de la Administración en La Habana Vieja. Acusa a los cubanos que buscan ejercer su derecho de «vínculos con organizaciones subversivas o agencias financiadas por el gobierno estadounidense» y de «intención manifiesta de promover un cambio de sistema político en Cuba».
«Ello reafirma que la marcha anunciada, cuyo esquema organizativo se concibe simultáneo para otros territorios del país, constituye una provocación como parte de la estrategia de ‘cambio de régimen’ para Cuba, ensayada en otros países», dice en otro fragmento de la misiva.
No toma de sorpresa a nadie esta nueva treta del régimen cubano. Llevan varios días amenazando a los firmantes de las cartas que solicitaron permisos en varios territorios de la isla.
Esta misma mañana el proyecto Inventario revelaba en sus redes sociales que 12 notificaciones ciudadanas habían informado a las autoridades de la realización de marchas pacíficas; y describía los itinerarios previstos en cada uno de los territorios.
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