Díaz-Canel está convencido que el «enemigo» está 24/7 vigilante en la internet, en las redes sociales sobre todo, viendo dónde y a quién le inocula «el veneno».
Hace años Fidel dijo que eran aquellos de actitudes «Elvispreslianas» y mandó a censurar a «Los Beatles», a despechó del adolescente Díaz-Canel que él los amaba.
El mandatario cubano Miguel Mario Díaz-Canel continua embarcado, buscando berenjenas en un campo de lechugas y en esta ocasión, culpó se lanzó a hablar de las redes sociales.
El mandatario cubano metió el delicado pie en un asunto que le queda muy grande y donde, evidentemente volvió a mostrar el sesgo ideológico que caracteriza a un dirigente cubano que ya roza los 60 años (61) y que tiene un trauma: pertenece a otra generación, formada de manera distinta y aparenta – quiere – ser siempre joven.Sobre todo ahora, después del 11 de julio y después que oyera, o le dijeron, la conclusión a la que hizo llegar el joven dramaturgo cubano Yunior García Aguilera a otro peso pesado – ideológicamente hablando – de la generación forjada en los 60´y 70: Silvio Rodríguez.
A no dudarlo, Díaz-Canel debe haberle dado la razón a Yunior García, en su cama, con la cabeza puesta en la almohada, con relación a un hecho indiscutible: la Revolución ya perdió a la juventud. Los jóvenes cubanos no se sienten, a excepción de dos o tres mequetrefes, identificados con un ideario y un martirologio que no solo los supera, sino que desconocen.
La culpa de todo esto, la tienen las redes sociales.
A ese pensamiento reduccionista, si se tiene en cuenta que las redes sociales como fenómeno, y el internet, son relativamente jóvenes en Cuba, parece haber llegado Díaz-Canel cuando cargó contra las redes sociales y dijo que estas «influyen en nuestros estudiantes» y “son redes digitales casi antisociales”.
No sabemos si el mandatario cubano está sentando bases para chapearse toda URL del panorama cibernético en isla que huela a redes sociales o plataformas de mensajería instantánea pero, no podemos olvidar que Díaz-Canel es un hombre que respalda la censura; apoya los actos de repudio, e incluso ordena a sus fieles acólitos a salir a la calle a defender la Revolución con todo lo imaginable al alcance de la mano.
“Hay dos fenómenos que nos están exigiendo investigación por la repercusión que han tenido en el momento actual. Uno es la Covid, que nos golpeó la educación, y el otro hecho que está impactando son las redes sociales”, expuso el mandatario cubano en un intercambio que sostuviera este miércoles con directivos, científicos y académicos del Ministerio de Educación.
Aunque dijo defender el uso de la internet en Cuba para “tener cultura, elevar la información y para que sea emancipadora”, retomó una idea que ya expresara en agosto último, cuando afirmó que las redes sociales son un instrumento de colonización diseñado para que la gente niegue su identidad
En esa ocasión dijo también que “las redes sociales son un mecanismo de dominación colonial», y calificó sus contenidos como “tan vulgares y tan banales que lo que siembran es odio».
«No son redes sociales, son redes antisociales, son redes digitales, pero ellos lo que hacen es antisocial, no crea comunidad, no crea amistad, no crea relaciones humanas, genera odios, manipula los sentimientos, tergiversa realidades, construye realidades virtuales», argumentó en esa ocasión el gobernante.
Las redes sociales… no Humberto López, no el NTV, no Cubadebate, no Granma.
Tampoco la tarima de ñames ya arcaicos, con bajo nivel educacional y cultural, que mandan y deshacen en la isla, y que llevan por nombres «cuadros políticos».
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