Mucho se ha hablado en la comunidad cubana sobre las fotos publicadas por la revista Hola que revelaron la relación de Ana de Armas con Manuel Anido Cuesta, asesor presidencial, hijo de Lis Cuesta e hijastro de Díaz Canel. Pero el principal cuestionamiento o interrogante pasa por una simple reflexión: ¿ Qué hace paseando en Madrid un asesor presidencial cuando el país al que representa está en una extrema crisis y su trabajo supuestamente es encontrar soluciones para que su gobierno opere para salir precisamente de esa crisis?
Existen varias respuestas para esa interrogante pero uno de las más acertadas puede ser que el Anido solo esté en ese cargo por su entorno familiar y su voz no cuente más allá de las fotografías en las que sale acompañando a Canel y a Lis Cuesta, su madre, en los habituales viajes alrededor del mundo.
Ni Ana de Armas ni el hijastro del mandatario han hecho declaraciones sobre su relación, que iba cocinándose desde hace varios meses durante las visitas de la famosa actriz a Cuba, donde la pareja incluso compartió con «Muma» en varias de sus salidas de esparcimiento , una de las grandes amigas de la actriz desde la adolescencia, de acuerdo a declaraciones a Cuballama de fuentes cercanas a la artista.
Los cubanos, con razón, han criticado estas imágenes por lo que revelan no solo de la actriz, sino especialmente de Manuel Anido, quien, por cierto, y como era lógico, tiene formación militar. Otro hecho curioso relacionado con » el bombazo» es que las fotos salieron a la luz precisamente el día en que Cuba perdió una apelación en las cortes de Londres por una deuda millonaria.
Anido no se pronunciará sobre el hecho, eso es una verdad de perogrullo pero quizá la prensa estadounidense le pregunte directamente a la actriz sobre el vínculo presidencial y ella no tenga otra opción que responder o marcharse en silencio. Cualquiera de los caminos será tomado como una respuesta de la actriz, que a diferencia del » asesor» vive en un país con una prensa libre tras escapar de la isla para buscarse un mejor futuro primero en España y luego, tras su triunfo inicial, en Estados Unidos.
La historia no debe quedar ahí y durante las próximas semanas se deben conocer mayores pormenores de la relación por el simple hecho de que ambos son figuras públicas y especialmente porque ha confirmado que en Cuba un asesor presidencial puede regalarse paseítos por Madrid aunque el país esté a la deriva. Y sin ninguna correcta asesoría.