El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, llegó a Nueva York en su segunda visita a Estados Unidos para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas, justo después de la celebración en La Habana de la cumbre del grupo G-77+China.
Su visita ha desatado reacciones variopintas y no pocos destacan que su discurso en Nueva York será «un poco más de lo mismo», haciendo énfasis en el impacto de las sanciones estadounidenses y la necesidad de «un nuevo orden global multilateral», precisamente él, el gobernante de un estado totalitario, donde existe un solo partido político y donde está prohibido disentir, incluso en las redes sociales, so pena de ser acusado de «mercenario».
La visita de Díaz-Canel, quien hablará en la misma sesión que el presidente estadounidense Joe Biden durante el debate general, ha provocado protestas y críticas de activistas y exiliados cubanos, que desde las propias calles de Nueva York están citando, carteles y megáfonos en mano, las numerosas violaciones de derechos humanos del gobierno cubano y la falta de elecciones democráticas en la isla.
La plataforma CubaDecide llamó a una protesta el próximo 21 de septiembre contra la presencia de Díaz-Canel en la Asamblea General del organismo internacional, la cual tendrá lugar a las 2:00 p.m. en el Ralph Bunche Park de dicha ciudad, aunque su intervención en la Asamblea General de la ONU tendrá lugar este martes, 19 de septiembre, cuando sea presentado como el sexto orador del debate.
La visita ha sido recibida con críticas de exiliados y activistas cubanos, que señalan los abusos contra los derechos humanos por parte del gobierno cubano, incluida la detención de alrededor de 1.000 prisioneros políticos.
En palabras recientes dichas en La Habana, el gobernante cubano auguró que la Asamblea General de la ONU, será «un evento complejo, difícil», pero declaró de antemano, como es usual en los discursos y propaganda, «una victoria diplomática y política», y señaló que será fruto del «trabajo del Ministerio de Relaciones Exteriores en todas nuestras misiones en el mundo», y dijo que «al que piense que Cuba está aislada, se le derrumbó el argumento».
Precisamente ayer lunes 18 de septiembre, un grupo de jóvenes organizados por el Levantamiento Popular de la Juventud (Levante Popular da Juventude) protestaron frente al consulado de Estados Unidos en Río de Janeiro, Brasil, exigiendo que los Estados Unidos retire a Cuba de la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo (SSoT), como parte de una campaña internacional más amplia destinada a poner fin al embargo estadounidense contra Cuba, que aseguran ha impactado gravemente las condiciones sociales y económicas del país, aunque no mencionaron el (des)ordenamiento monetario, las malas decisiones económicas tomadas a lo interno, la mala preparación socio-económica de los dirigentes cubanos y su obediencia ciega a una ideología desfasada que ha impuesto durante 63 años, miseria, dificultades y limitaciones a su propio pueblo.
Precisamente de eso, y es lo que en verdad importa, lo que digan los cubanos, no los brasileños, hablarán – ya están hablando – los exiliados cubanos reunidos en las calles de Nueva York, para protestar por la presencia de Díaz-Canel en la ONU.
Las manifestaciones se han concentrado en pedir libertad para los presos políticos en la isla y denunciar el reclutamiento de jóvenes para que combatan con Rusia en la guerra de Ucrania, según reseñaron los periodistas Mario Vallejo – enviado al evento – y Jorge Díaz, de Univisión23 Miami.
Los exiliados cubanos llegaron desde varias partes de EEUU con la misión de protestar por la presencia de Díaz-Canel en la ONU; un «gobernante de un país donde se violan todo tipo de derechos», dijo el medio.
“Estaremos después marchando desde Naciones Unidas hasta Times Square y ahí mismo, muy cerca de Times Square, tendremos nuestro evento a las cuatro de la tarde, en que estarán participando expertos, precisamente para contarle a los reunidos en la Asamblea General de Naciones Unidas, sobre la nefasta influencia que ha tenido el régimen cubano no solo en las familias cubanas, sino también en el resto del mundo”, dijo Rosa María Paya, activista de CubaDecide.
Por supuesto, también estarán allí quienes simpatizan con el régimen de la isla, quienes tendrán un encuentro con la delegación de la isla, el próximo viernes en la sede de la misión de Cuba en la ONU. Algunos de ellos ya han estado «adornando» las calles con carteles de apoyo.
