Un reportaje publicado por el oficial Noticiero Nacional de Televisión, analizó con singular minuciosidad las causas internas de la extrema escasez de la carne de cerdo en Cuba, que se comercializa a casi impagables precios que superan los 200.00 CUP por libra, las cuales se resumen fundamentalmente en los muy altos precios de los piensos importados por las empresas intermediarias gubernamentales, que para obtener “márgenes comerciales” se los revenden a los productores porcinos en alrededor de 900.00 MLC la tonelada.
Esta relación desigual e insostenible para los productores de carne de cerdo, ha llevado a la disminución de un 90% de los convenios de estos con el Programa Porcino del Ministerio de la Agricultura respecto a las cifras de 2017, cuando unos 14 000 criadores negociaban con la entidad estatal. Según datos oficiales revelados por los periodistas, en 2022 solo 1 400 mantienen esta relación comercial.
Emilio Interián, ganadero dedicado a la cría de cerdos desde 2017, comentó en el reportaje que en su criadero se mueren diariamente alrededor de 2 y 3 cerdos por falta de alimento. Las puercas normalmente promediaban entre 10, 11 o 12 puerquitos, pero el promedio del último parto fueron 5 puercos”, lo que implica una radical disminución del potencial productivo, que se traduce en el plan previsto por el Programa Porcino de producir para 2022 unas 26 000 toneladas de carne, mientras que en 2017 se alcanzaron las 200 000.
Otro de los productores, no identificado en el reportaje, declaró que la tonelada de pienso importado cuesta 950.00 MLC, lo cual “encarece entonces mucho la ficha de costo de la producción de carne, porque es muy caro. Lo compra la empresa importadora, y tienen que ganar un margen comercial. Al subirle, a nosotros se nos encarece mucho el pienso”, lo cual redunda directamente en el aumento del precio de la carne.
El funcionario Yoan Sarduy reconoció ante las cámaras que “teníamos una producción que estaba montada sobre altos volúmenes de importaciones de materias primas y a partir de la incapacidad de lograr, precisamente, comprar todas esas materias primas, hay una contracción de la producción de cerdo en nuestro país”, y declara que como alternativa este año se ha implementado una nueva “estrategia”, consistente en sembrar en Cuba los alimentos para los cerdos en las 50 000 hectáreas de tierras cultivables que posee el Programa Porcino. Actualmente, solo 14 000 hectáreas están produciendo.
El propio Sarduy, luego de comentar esta iniciativa, argumentó sobre lo difícil de su aplicación plena, revelándola como un proceso complejo que implica “hacer inversiones en áreas nuevas y casi desarrollar una agricultura paralela a la que hoy hacemos para el pueblo para estar cubriendo ese programa”.
De conseguirse en algún momento que las 50 000 hectáreas produzcan en pleno alimentos para la crianza de cerdos, pudieran garantizarse 125 000 toneladas de carne de cerdo, según los periodistas.
Pero Interián insiste en que “aunque en Cuba se pueda producir un nivel de alimento, aunque se puedan buscar alternativas, variantes, lo que sea, si queremos tener una producción porcina intensiva para alimentar a un país, es imprescindible la importación de alimentos”, que solo es permitida a través de empresas estatales intermediarias.
“Nosotros estamos claros que el país hoy no tiene dinero, que el país hoy no lo puede hacer pero tenemos que estar claros que cuando exista el dinero y exista la posibilidad, tenemos que importar alimentos si queremos lograr una producción porcina con eficiencia”, sentencia el productor.
El funcionario Sarduy, aceptó que se deben “buscar mejores precios para esos productos. O sea, que un productor normal pueda acercarse a las importadoras nuestras y solicitar que se le importe el pienso y se ha estado muy lejos de todo lo que se necesita y quizás llegar al 100% de la demanda que tienen nuestros productores”, sin precisar más claramente las maneras y medios para conseguir, ni referirse a la posibilidad de rebajar el “margen comercial” de las importadoras estatales.
