El uso de las redes sociales pudiera ayudar a la policía en Cuba a encontrar a Yasnery Julia Rivas, quien aparentemente fue secuestrada de su casa en Jovellanos, Matanzas.
El caso de Yasnery Julia Rivas, una joven cubana desaparecida desde 2019 en Matanzas, Cuba, ha resurgido a la palestra pública tras un par de publicaciones hechas en las últimas horas por el activista Niover Licea.
Yasnery, madre de dos menores de edad, y con 41 años en el momento de su desaparición, residía en una finca conocida como «Los Pirineo», en el poblado de Jovellanos, una localidad en la provincia de Matanzas. La inquietud por su paradero se ha mantenido viva desde entonces, con esfuerzos continuos por parte de su familia, amigos y la sociedad civil para encontrarla.
Una ola de preocupación y movilización en las redes sociales y en la comunidad se generaron entonces, pero la ineficiente actuación policial, y el tiempo transcurrido han enfríado su caso.
Según se conoce, el día de su desaparición, el esposo de Yasnery salió al pueblo a trabajar, y al regresar, encontró que ella no estaba en casa. Encontró la lavadora puesta, sus chancletas en el suelo y toda su ropa en el armario, con su carné y carteras, en un indicio de que no había salido de la casa por su propia voluntad a hacer gestión alguna.
Este hecho alarmante, que presumía un secuestro, dio inicio a una búsqueda intensiva, tanto a nivel local como en plataformas digitales. En un esfuerzo por localizarla, se compartieron numerosas publicaciones en redes sociales, pidiendo la colaboración de cualquier persona que pudiera tener información sobre su paradero.
La comunidad de Jovellanos y sus alrededores se involucraron activamente en la búsqueda, demostrando la solidaridad y la preocupación de los ciudadanos por los miembros de su comunidad; pero eso, transcurrió en el 2019. Ya estamos en el 2024 y la policía, según fuentes confiables cercanas al caso «se ha olvidado del mismo».
«Quién se la llevó puede que hasta se haya ido del país; o peor aún, que se haya muerto con el Covid y se haya llevado su secreto a la tumba», dijo una fuente que declinó ser identificada.
La propia fuente señala que «la variante Delta del COVID-19, precisamente entró a Cuba por Matanzas, y que en los poblados de Jovellanos y Jagüey Grande, fueron cientos los muertos.
«Y si uno de los que murió fue el secuestrador y asesino de esa muchacha, jamás sabremos donde la enterró,» dijo.
Sin embargo, la joven no está oficialmente muerta. Hasta el momento en que no se encuentre su cuerpo, vivo o muerto, hay que considerarla desaparecida.
«Puede estar en cualquier lado, de todos estos montes enterrada. ¡Dios quiera que no, pero desde el 2019 hasta acá, hay que temer lo peor,» concluyó diciendo.
La desaparición de Yasnery no solo ha afectado a su familia y amigos cercanos, sino que también ha resonado en el corazón de muchos cubanos, mostrando la unión y el apoyo mutuo en momentos de crisis.
El caso de Yasnery Julia Rivas es un recordatorio sombrío de la problemática de personas desaparecidas en Cuba y en todo el mundo.
A pesar del tiempo transcurrido, su recuerdo, aún perenne en su esposo, familiares y amigos, principalmente en el primero que aseguran «está al volverse loco», exige el apoyo comunitario, físico o en las redes, y la colaboración entre ciudadanos y autoridades para dar con el paradero de aquellos que como Yasnery han desaparecido en circunstancias misteriosas.
Entre esos casos está el de un hombre que desapareció en Aguacate, provincia de Mayabeque, del cual se desconocen sus generales.
A más de cuatro años de su desaparición de Yasnery, la esperanza de encontrarla sigue viva.
La determinación de su familia y la comunidad por descubrir la verdad detrás de su desaparición no ha disminuido, y esperemos que esta publicación y las hechas por Niover en su canal de Instagram movilice esfuerzos para encontrarla.
«Alguien sabe algo. Nadie desaparece así como así,» dijo también Pacheco al mencionársele el caso de Yasnery.
Quien durante unos años ejerció como oficial de la PNR en Cuba cree firmemente que es muy poco probable que en los casos de desapariciones, nadie sepa nada, o nadie haya visto nada.
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