Animalistas cubanos pidieron ayuda al humorista Limay Blanco, una conocida voz de los necesitados en la isla, para hacerse de un local donde puedan abrir su propia clínica veterinaria en La Habana.
Si bien la idea inicial de la organización Bienestar Animal Cuba (BAC) era rentar un espacio por no más de 150 dólares al mes en el barrio capitalino de El Vedado, no pocos usuarios opinaron que lo mejor era recaudar para comprar una casa donde instalar la clínica.
Posteriormente desde BAC Habana subrayaron que comprar una casa permitiría tener el “anhelado refugio” para el que llevan reuniendo dinero desde hace tiempo, pero reconocieron que es una “meta un poco difícil” porque cuesta “miles y miles de pesos” y la mayoría de sus donantes residen en Cuba.
De este modo, los animalistas movilizaron las redes sociales para captar la atención de Blanco, con quien no tenían contacto directo, para que los ayudara a lograr su objetivo.
Pese a que el humorista “está ayudando a mucha gente” y “nunca” se le ha visto abogando por el bienestar animal, la “presión” mediática de BAC Habana surtió efecto porque Blanco respondió a su solicitud enseguida.
“Yo decía ‘¿Por qué me zumban los oídos?’ y mira lo que era. Recuerden que yo estoy atendiendo muchos casos en estos monumentos. Tengo una madre con dos hijos y un abuelo durmiendo en una casa sin techo”, explicó Blanco ante la comunidad animalista.
“Denme un mes y veré qué se puede hacer. Recuerden que yo dependo de donaciones. Si donan, todo bien; si no donan, no se podrá hacer nada. Aquí está mi número: 52732624. Llámenme en un mes. No hoy”, dijo el líder del Ministerio Cristo Cambia Vidas, que esta misma semana donó dos sillas de rueda a una cubana con una rara discapacidad.
Hay que resaltar que el cómico, conocido como Muñi Muñi, utiliza el ciberespacio para denunciar las condiciones en que viven familias cubanas y buscarles ayuda, algo que ahora se comprometió públicamente a hacer por los peluditos de cuatro patas.
Por su parte, la ONG hizo la solicitud amén de que sabe que habrá quienes cuestionen que, en un país donde hay mucha gente sin un lugar donde vivir, se quiera comprar una casa para atender animales.
Fundada en enero de 2020, BAC es una red de voluntarios, sin ánimo de lucro e independiente, con presencia en casi todas las provincias del país y la misión de rescatar animalitos abandonados, denunciar su maltrato, ofrecerles todos los cuidados y el amor que se merecen y facilitar que sean adoptados de forma responsable.
Cada vez que sus miembros (en su mayoría jóvenes estudiantes) logran reunir los recursos y el apoyo suficiente para hacerlo, BAC organiza ferias de adopción y campañas de esterilización y de vacunación en distintos puntos de la isla.
