El grupo de derechos de los animales PETA ha escrito al Pentágono, dice The Hill, pidiendo el fin de las pruebas con animales vivos para la investigación del síndrome de La Habana, luego de informes de que el gobierno de los EE. UU. ha descartado a un adversario extranjero como responsable de las misteriosas enfermedades.
En un informe reciente, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional concluyó que es «muy poco probable» que un adversario extranjero sea responsable de los síntomas, atribuyéndolos en cambio a «condiciones preexistentes, enfermedades convencionales y factores ambientales».
El síndrome de La Habana fue informado por primera vez por diplomáticos estadounidenses en Cuba en 2016, y desde entonces ha sido informado por cientos de personal estadounidense en todo el mundo.
Sin embargo, el Departamento de Defensa, a través del Pentágono, continúa investigando si un sistema de armas podría haber causado los incidentes de salud, lo que incluye pruebas en animales. El Pentágono investiga si un sistema de armas podría haber causado los síntomas.
Los síntomas del llamado Síndrome de La Habana incluyen problemas cognitivos, pérdida de audición y visión, y dolores de cabeza. A pesar de años de investigación, los funcionarios estadounidenses no han podido determinar la causa de estos incidentes de salud.
Sin embargo, PETA argumenta que las pruebas en animales vivos son innecesarias y pide que se prohíban las pruebas de heridas con armas en perros, gatos, animales marinos y primates no humanos.
La carta sigue a las revelaciones de que el Ejército de los EE. UU. otorgó una subvención de $ 750,000 a la Universidad Estatal de Wayne para estudiar si los hurones presentan síntomas similares a los observados en el síndrome de La Habana, y dijo que la financiación del experimento es «no solo es cruel y derrochadora sino también, francamente, inútil».
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