Un enorme tiburón, de cerca de cuatro metros de longitud, fue capturado por un grupo de pescadores en aguas matanceras.
El tiburón pertenece a la especie conocida como cañabota, y los pescadores lo encontraron enredado en los avíos de pesca.
“Como no pudieron subirlo a bordo por su descomunal talla, lo remolcaron hasta llegar a tierra firme”, señaló el periódico Girón.
El diario indicó que los “cañabota viven a grandes profundidades, tal como lo evidencia su color pardo oscuro y sus ojos fosforescentes. Pueden llegar a medir hasta seis metros”.
El tiburón cañabota tiene como nombre Hexanchus griseus. Se caracteriza por sus seis aberturas branquiales en la cabeza, un rasgo que lo diferencia de otros escualos. Además tiene una gran cabeza, un cuerpo robusto y una larga cola.
Se alimenta de crustáceos y peces y vive en los fondos marinos durante todo el día. Llega a alcanzar hasta trescientos kilos de peso y cinco metros de longitud.
Este tipo de tiburones no representa un peligro para el hombre y se muestran reservados ante la presencia de buzos a los que evitan.
Es probable que los pescadores matanceros lo hayan capturado durante la noche cuando sale a cazar en aguas poca profundas mientras que cuando llega el día puede descender hasta 50 metros.
En los últimos meses se ha confirmado la captura de varios tiburones en aguas cubanas.
El pasado julio fue capturado un tiburón azul en el área de La Punta en el Malecón habanero, una especie que es común en las aguas cálidas del Caribe y el golfo de México.
El medio oficialista Cubadebate dijo que “aunque no es frecuente la aparición de tiburones en la bahía capitalina, la presencia de estos animales en aguas cubanas no es algo inusual”.
Igualmente en el mes de mayo un joven fue atacado por un tiburón a pocos kilómetros de la costa de Artemisa. El muchacho se encontraba pescando cuando fue impactado por el escualo.