Pajas entre colegas, el club  donde hombres heterosexuales pueden  masturbarse entre ellos

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El club “Pajas entre colegas” abrió sus puertas en la ciudad de Madrid para ayudar a satisfacer el apetito sexual de los hombres que se inscriban como clientes, los cuales recibirán sesiones de masturbación con una duración de tres horas.

Primero de su tipo en España, el nuevo sitio posee una capacidad para 70 hombres y exige una mensualidad de 20 euros. Además, cuenta con una hoja de reglas de buen comportamiento, las cuales deberán ser cumplidas al pie de la letra por quienes decidan adentrarse en la aventura.

No se permite el sexo oral, ni tampoco el sexo anal o cualquier otro tipo de penetración. “Nada de labios pasadas las caderas. Y nada va dentro de nada de nadie”, anuncian las reglas del lugar, con lo cual se entiende que solo es posible tocar y masturbarse, ya sea en solitario, o con la ayuda de uno o varios colegas, siempre que sea con el consentimiento de cada uno.

Aunque los besos son permitidos, a la entrada del local cada cliente recibirá una manilla con un color, el cual indicará al resto de los asistentes si su portador desea ser tocado, o si por el contrario prefiere divertirse en solitario y dedicarse únicamente a mirar el espectáculo a su alrededor.

Contrario a lo que pudiera pensarse, en el club “Pajas entre Colegas” no se reciben únicamente a hombres homosexuales, sino que los heterosexuales o bisexuales son igualmente bienvenidos en caso de que decidan vivir una experiencia única y diferente. Al parecer la buena vibra y el entendimiento y aceptación entre hombres de cualquier orientación sexual es el propósito de su fundador.

Aunque no queda claro si en el futuro aceptarán mujeres para que puedan masturbarse entre ellas o con los propios hombres del lugar, lo que sí está claro es que la razón primera del nuevo sitio madrileño es garantizar el disfrute y la diversión sexual de sus clientes.  “Entre orgasmo y orgasmos siempre se charla, como si fuésemos viejos amigos, sin malos rollos. Sin vergüenza”, declaró al diario El País el dueño y fundador del local.

Nacho G es un empresario español, quien tomó la idea del local con similares intenciones a las del sitio que ya existía desde hace un tiempo en la ciudad de Seattle, dirigido por Paul Resenberg y llamado “Rain City Jacks”. El nuevo homólogo español será un atractivo referente en el mundo de la libertad sexual y seguramente generará nuevos y más desprejuiciados clientes en el futuro.

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