El realizador audiovisual cubano Orlando Cruzata, director del programa Lucas y creador de los premios de igual nombre, arremetió este sábado contra el Hotel Nacional de Cuba por tratarlo “como a un perro” cuando se disponía a participar en un evento del Festival de Cine de La Habana.
“Me encanta el Hotel Nacional, qué coherencia en el tratar”, ironizó Cruzata en una publicación de Facebook. “No se destiñen ni con festivales de cine ni nada, los aplaudo. Siempre te tratan como a un perro, y esta vez no me defraudaron”, agregó.
El fundador del evento más importante del videoclip cubano aseguró que el personal del hotel no le permitió acercarse a la actividad del Festival de Cine, “otra entidad que nos trata como a perros, pero no es mi objetivo ese cordial trato del Festival, eso es costumbre”. “Bien, así debe ser, ¿quién nos manda a creernos cosas?”, finalizó.
Al parecer, la publicación tocó la fibra de muchos artistas y público en general que han tenido experiencias similares en el famoso hotel, situado frente al malecón habanero. “Pero verás a cuanta jinetera, personajes ajenos al cine, amigas de pejes gordos y elementos en todas sus actividades, con credenciales e invitaciones, como siempre ha sido”, se desahogó en los comentarios en actor Erdwin Fernández.
“Si te contara… Hace poco quise tomarme un café con mi hijo en el famoso lugar y no nos dejaron llegar hasta la puerta, estaba a tope, fue la causa… sonreí y de la misma manera pensé: ¿quién diablos soy yo para quererme tomar un café ahí?”, comentó el locutor Jorge Luis Michelena.
El periodista Marcos Aguilera, desde Miami, también afirmó haber sido víctima de la misma “humillación” en el pasado. “Estaba Dirigiendo 9550 y el Yiky Quintana y yo fuimos a entrar al Hotel Nacional y no nos lo permitieron… A mí nadie me conocía, pero el Yiky era una figura pública altamente conocida en Cuba en esos momentos; además, era narrador y comentarista deportivo. Espero que esos tiempos no regresen jamás”, redactó.
En otra reflexión publicada más tarde, Orlando Cruzata precisó que se ha acostumbrado a ese tipo de maltrato, no solo en el Hotel Nacional, también “en las tiendas, cafeterías, calles, aceras, coche, guaguas, hasta el infinito”.
“La regla es el maltrato y la excepción lo contrario. Pero no es motivo de noticia ni algo trascendental… Al menos yo vivo así desde que tengo conciencia. Simplemente, es lo normal. Mi visión del mundo es el humor, la sátira, la ironía y me cago de la risa de todo lo que para mí es negativo”.
