La estatal Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA) firmó un acuerdo con la compañía francesa Orange S.A. para desplegar un cable submarino de fibra óptica desde la isla caribeña de Martinica hasta costas cubanas.
Denominado Arimao, el nuevo proyecto de conexión internacional de Etecsa sale a la luz pública apenas una semana de conocerse la negativa del gobierno de Estados Unidos a conectar la isla a través de la infraestructura del cable ARCOS-1.
La empresa que maneja el monopolio de las telecomunicaciones en Cuba precisó que Arimao es un sistema de cable submarino que irá desde Martinica hasta la provincia de Cienfuegos, y de cuyo despliegue se encargará Orange Marine, filial de la compañía telefónica francesa.
Citado por el diario Granma, un comunicado de Etecsa explica que el acuerdo entre ambas partes permitirá a la entidad cubana ampliar y diversificar las capacidades internacionales ante la creciente demanda de servicios de conexión a internet y de banda ancha.
“La estructura física del cable estará lista para el 2023 y la misma dotará al país de una nueva ruta para servicios internacionales, diversificando geográficamente la conectividad actual. Ello permitirá, acorde con las posibilidades económicas del país, continuar ampliando la conectividad internacional en consonancia con el plan de desarrollo vinculado a la informatización de la sociedad”, indica la nota, sin ofrecer detalles sobre el costo de ese negocio para la isla.
En estos momentos el proyecto se encuentra en desarrollo y cuenta con todos los permisos para su despliegue, anunció Etecsa, y aseguró que una vez se haga efectivo, “las entidades involucradas ampliarán la información”.
A finales de noviembre el Departamento de Justicia de Estados Unidos recomendó a la Comisión Federal de Comunicaciones de ese país rechazar la solicitud de la compañía ARCOS-1 USA Inc. para conectar a Cuba a su red de cables subacuáticos de telecomunicaciones.
«Mientras que el Gobierno de Cuba siga siendo una amenaza de contrainteligencia para EE.UU., y sea aliada de otros que hacen lo mismo, los riesgos para nuestra infraestructura son simplemente muy grandes», sentenció el vicefiscal estadounidense de Seguridad Nacional, Matthew G. Olsen.
