Tres dosis de la vacuna de Pfizer neutralizan la variante Ómicron del coronavirus, revela un estudio preliminar publicado el martes por investigadores del Instituto de Investigación de Salud de África, en Sudáfrica. El artículo vio la luz simultáneamente con la aparición del primer caso de esta variante de COVID-19 en la Florida.
Y no, no todo es tan malo como se temía. Botswana, uno de los primeros países en detectar variante Ómicron, no ve aumento de hospitalizaciones, y esto también es una buena señal.
Pero, vayamos por partes.
Ha sido un hospital en la ciudad de Tampa, al noroeste de la Florida, el primero en documentar un caso de la variante Ómicron en ese estado.
El hecho tuvo lugar en el Hospital de Veteranos “James A. Haley” en Tampa, Florida. La institución, reportó este martes el primer caso confirmado de la variante Ómicron; y a través de un portavoz dijo que «el paciente está experimentando síntomas leves y había regresado recientemente de un viaje internacional”.
“Nuestros proveedores pudieron detectar, probar, confirmar y agregar rápidamente estos datos a nuestra comprensión en desarrollo de esta cepa”, dijo además el portavoz del hospital.
Con anterioridad a la Florida, otros estados como California, Nueva York, Minnesota, Colorado, Hawái, Luisiana, Georgia, Washington, Wisconsin, Connecticut, Massachusetts, Maryland, Nueva Jersey, Pensilvania, Missouri, Utah, Texas y Nebraska, habían informado de la presencia de la nueva variante en algunos pacientes.
Las autoridades médicas de Estados Unidos confirmaron el pasado miércoles el primer caso de contagio con la variante Ómicron del COVID-19 en el país, identificado en el estado de California y correspondiente a un viajero proveniente de Sudáfrica.
Conocida médicamente como la variante B.1.1.529, Ómicron fue identificada por primera vez por científicos en Sudáfrica y en otros países del llamado cono africano.
En uno de ellos, Bostwana, se dijo este miércoles que a pesar de ser uno de los primeros países en detectar la variante Ómicron del coronavirus, sus instituciones de salud no han ha visto un aumento de las hospitalizaciones por COVID-19.
Las alarmas con relación a Ómicron han preocupado en las últimas tres semanas a científicos y gobiernos, que han puesto mucha atención al hecho de su alta transmisibilidad.
Ómicron ya está en al menos 57 países, y no pocos de ellos han tomado medidas emergentes tales como cancelación de todos los vuelos provenientes del territorio africano.
Sin embargo, en Bostwana, las cosas parecen ir por buen camino. La nación africana ha conseguido vacunar completamente al 71% de sus 1,3 millones de habitantes aptos para ello, según expresara este miércoles el ministro de Salud de ese país.
«Actualmente, sólo tenemos una persona en la UCI (cuidados intensivos). Pero hay una tendencia que hemos observado, y es que los que enferman gravemente no han sido vacunados», dijo el ministro de Salud, Edwin Dikoloti, en una conferencia de prensa.
Sin embargo, el número de casos de COVID-19 notificados en Sudáfrica se duplicó en la semana hasta el 5 de diciembre, hasta superar los 62,000, y a diferencia de Bostwana se han observado aumentos «muy grandes» de la incidencia en Suazilandia, Zimbabue, Mozambique, Namibia y Lesoto, aunque los expertos advierten que la Delta sigue representando la principal causa de infecciones y muertes en muchos lugares del mundo.
No obstante a la lógica algaraza y que se advirtiera en días pasados que la variante ómicron puede eludir parcialmente la protección de dos dosis de la vacuna producida por Pfizer Inc y BioNTech, ahora se conoce que contra esas dos, y el refuerzo, ómicron tiene todas las de perder.
Ayer martes el jefe de investigación de un laboratorio del Instituto de Investigación Sanitaria de África en Sudáfrica, informó de los resultados de un estudio pequeño y limitado que aludia a un bajón en la resistencia contra la enfermedad en aquellos casos de personas vacunadas con la que muchos consideran es la mejor de todas las vacunas: la Pfizer.
Un estudio similar hecho también, pero cuyos resultados son aún preliminares, aseguraban que la llamada inmunidad «híbrida», la de aquellas personas infectadas con el virus pero también vacunadas, era superior incluso.
Hoy miércoles, la compañía Pfizer dio a conocer un comunicado en el que destaca que tres dosis de su vacuna neutralizan a Ómicron. Es decir: las dos vacunas del ciclo vacunal completo, más el refuerzo.
BioNTech y Pfizer dijeron que dos dosis de su vacuna generaron anticuerpos neutralizantes significativamente más bajos, pero que una tercera dosis los aumentó por un factor de 25.
«Asegurar que tantas personas como sea posible estén completamente vacunadas con la primera serie de dos dosis y un refuerzo sigue siendo el mejor curso de acción para prevenir la propagación del COVID-19», dijo el jefe de Pfizer, Albert Bourla.
Sin embargo, el estudio, hecho en pruebas de laboratorio, sólo ha medido la efectividad de los anticuerpos, el arma más eficaz del sistema inmunitario para combatir infecciones, pero no la única ni la más importante. También las células T cumplen un papel fundamental en la protección frente a microorganismos como el SARS-CoV-2, y sobre esta aún se esperan resultados más concluyentes.
Así lo explica el destacadísimo microbiólogo cubano Amilcar Pérez Riverol.
«Aunque dos dosis de la vacuna aún pueden seguir ofreciendo protección frente a enfermedad grave causada por la variante ómicron, lo que señalan estos datos preliminares es que esa protección mejora con una tercera dosis de nuestra vacuna», concluye en el comunicado, Albert Bourla, director ejecutivo de Pfizer.
Por su parte, Ugur Sahin, presidente de BioNTech, declaró que «los primeros datos indican que una tercera dosis podría ofrecer un nivel suficiente de protección contra la enfermedad en cualquier grado de gravedad causada por la variante Ómicron».
El comunicado coincide en buena medida con las líneas generales del estudio preliminar publicado el martes por investigadores del Instituto de Investigación de Salud de África, en Sudáfrica, cuyas evidencias demuestran que Ómicron, a pesar de presentar más de 50 mutaciones genéticas, lo cual pudiera apuntar potencialmente a una variante más contagiosa y menos vulnerable a las defensas inmunitarias del organismo, no es, por ahora, a pesar de su alta transmisibilidad ni siquiera cercano en su letalidad a la variante Delta.
¿A qué se debe esto? Pues a un hecho factual: cuando Delta irrumpió en el planeta, no existía una sola persona vacunada. Ómicron llegó cuando millones de personas en el planeta ya se encontraban vacunadas; algunas incluso, con la dosis de refuerzo.
Que las tres inyecciones de Pfizer, a vacuna más ampliamente difundida y administrada en el planeta «aniquilen» los efectos de Ómicron es, tal vez, la mejor noticia que se pudiera dar antes de fin de año. Y si bien los hallazgos indican que aún Ómicron puede evadir parcialmente la protección de dos dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech, y que otro análisis de laboratorio en el hospital universitario de Frankfurt, en Alemania, encontró una respuesta de anticuerpos reducida a Ómicron incluso después de tres inyecciones, todavía sigue siendo una buena noticia.
No obstante la buena noticia, otra noticia igual de importante se dio a conocer este miércoles también por parte de las compañías BioNTech y Pfizer. Estas dijeron también en el mismo comunicado donde se habla del efecto neutralizador de su vacuna contra la nueva variante Ómicron del coronavirus (repetimos: en pruebas efectuadas en laboratorio), que, en caso de ser necesario, podían entregar una vacuna basada en Ómicron tan pronto como marzo de 2022.
Un regalo de Navidad, la llamarían algunos; aunque mejor aún que recibir esa noticia es estar vacunados. Con las dos dosis y el refuerzo (en el caso de Pfizer)
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