La publicación hace dos días del artículo “Leche de cucaracha, la nueva bebida nutritiva” en la web oficial del medio estatal Radio Guamá, de Pinar del Río, generó primero fuertes protestas por parte de los cubanos que se sintieron ofendidos porque en medio de la crisis alimentaria que padece el país, alguien parezca sugerir el consumo de un producto tan repelente. Esto llevó a que la emisora retirara el texto, del cual se hicieron capturas de pantalla que circulan en las redes sociales.
Luego de la furia vino el humor, y los incansables generadores de memes pusieron manos a la obra para apropiarse de la “leche de cucaracha”, que ha sido jocosamente rebautizada como “cuquileche”.
Entre los memes más creativos, están los que presentan una bolsa o una caja de cartón de cuquileche líquida o en polvo, cuyas marcas imaginarias son Martina o La Martina, en referencia al popular cuento cubano de La cucarachita Martina y su conocido dilema de qué comprarse con un centavo. Algo que es imposible en la Cuba de hoy donde el centavo es la enésima parte de nada. Tampoco nada se puede comprar con un peso.
Otros usuarios de las redes proponen vender parejitas de cucarachas “para los que deseen criar. En unos meses no les faltará leche en su hogar. Aproveche, las doy en buen precio”. Otros, de manera más suscinta, parodian los clásicos anuncios clasificados cubanos: “Vendo cucarachas lecheras. Interesados al DM”.
En otros memes se rescata el caso del general Guillermo García Frías, famosos por anunciar la cría de avestruces, jutías y cocodrilos para vender su carne a los cubanos. Se le acreditan frases actualizadas: “No me lo van a creer, pero he visto unas cucarachas en los basureros que deben dar 1 litro de leche cada una”.
Uno de los memes más elaborados despliega un texto paródico extenso que alerta sobre una supuesta estafa de cucarachas desteñidas. Como “los grandes productores de leche de cucaracha del mundo saben que las que más leche dan y con mejores cualidades son las cucarachas blancas, que también son las más escasas, por lo que son las más caras”, los estafadores “están destiñendo las cucarachas negras con peróxido y vendiéndolas como blancas. A una vecina mía le engañaron así en un grupo de Revolico; le vendieron como blancas 10 libras de cucarachas alemanas desteñidas”.
Luego termina recomendando minuciosamente que para evitar tales timos “deben revisarles bien las ubres y tienen que estar blancas también; en el caso de las otras, el peróxido las destiñe casi totalmente, menos las ubres. Ah, un último apunte, esa leche es muy nutritiva y el cherito se le mata con un tin de vainilla.”
Si bien la cuquileche no compensará las carencias de leche y otros alimentos que padecen los cubanos, el humor sin dudas los ayuda un poco a transitar a través de la gran crisis en que está inmerso el país.
