El primer esposo de la conocida Diva del Bronx fue un cubano que llegó a los Estados Unidos como balsero y a quien la famosa artista obligó a firmar un contrato de confidencialidad sobre el tiempo que permanecieron juntos.
Ojani Noa, quien ha dejado ver que se encuentra en Cuba , conoció a JLo en un restaurante de Miami, donde él se desempeñaba como camarero en 1997 y al momento saltaron las chispas entre ambos.
La estadounidense de 26 años acababa de triunfar en la gran pantalla con su interpretación de Selena, en la película homónima, mientras que el cubano de 21 llevaba unos seis años buscándose la vida como inmigrante y según contó alguna vez, lo que conquistó a Jennifer fue su seriedad y disposición ante el trabajo.
El matrimonio no duró ni siquiera un año, al término de los 11 meses fueron confirmados los rumores de divorcio y como era de esperar a Noa se le acusó de estar interesado en la fortuna de la actriz y cantante, quien a pesar de estar a las puertas del éxito rotundo que le estaría deparado a partir de su debut en el cine, ya contaba entonces con buenas ganancias.
Luego de su separación a Ojani Noa se le ocurrió escribir un libro sobre la historia sentimental de ambos y hasta dirigir una película con los detalles de su relación y de su boda, en la cual el único desconocido era el novio, pues entre los 300 invitados que se dieron cita en la ceremonia invitados por JLo, había un gran número de famosos.
Ojani Noa, sin dudas, estaba decidido a sacar una buena tajada de su asombrosa historia con la diva estadounidense y aunque el contrato de confidencialidad firmado le obligó a no hacerlo, bajo la supervisión estricta de los tribunales, la relación entre ambos hizo que el muchacho ya no volviera a ser nunca más un simple balsero cubano y se lograra agenciar un paso por el mundo del entretenimiento.
En el día de hoy, el cubano de Jaimanitas posee casi 45 mil seguidores en Instagram, así como una cuenta en Only Fans donde presume su cuerpo de atleta, a pesar de sus casi cincuenta años de edad. Además, se describe en sus redes como productor, escritor, modelo, presentador y entrenador personal.
Aunque no detalla en cuestiones de su vida privada, a Noa se le ha visto con mucha frecuencia en Cuba durante los últimos días, no solo en las calles de La Habana, sino, incluso, en sitios del interior del país como es el caso del municipio de Caimito, en la provincia de Artemisa.
Según ha mostrado, al cubano no solo le interesa divulgar en sus redes los destinos turísticos de su país, sino otros detalles más comunes de la vida en la Isla y que denotan el día a día de sus habitantes, con sus conflictos y necesidades.
Un antiguo camión estatal todavía en funcionamiento, un posta telefónica Etecsa, la única compañía con que cuenta Cuba, un improvisado Gimnasio al que denomino “estilo old school”, un parque comunitario, una estación de ferrocarril o un simple juego de pelota entre los niños de alguna comunidad. Esos han sido los objetos fotográficos del cubano que mejor conoce a Jennifer López.
Hasta el momento no se sabe si Noa esté próximo a presentar un nuevo amor, luego de su divorcio hace 25 años, no han vuelto a ser noticias sus situaciones
