Obolon es una cerveza producida en Ucrania y la cual se oferta en algunos paladares en Cuba en un momento en que el gobierno de la Isla apoya los ataques militares de Rusia a la nación europea y crecen las tensiones diplomáticas.
Según suscribe el envase de la bebida, Obolon es la primera cerveza hecha en ucraniana y la veracidad de su comercialización en Cuba fue comprobada por el periodista Mauricio Vicent, el actual corresponsal del diario español El País.
En un paladar de la capitalina zona de Miramar, Vicent aseguró haber disfrutado de la cerveza ucraniana durante el encuentro pactado con un amigo. “Verdad que lo de Cuba es grande. Nunca te deja de sorprender, por mucho que creas que lo has visto todo”, escribió el reportero en su columna habitual.
En Cuba se acostumbra a vender varios tipos de cervezas importadas, las cuales a veces son más fáciles que adquirir que las producidas con factura nacional. Sin embrago, hasta este momento, las referencias sobre este tipo de bebidas ucranianas circulando por el país había pasado desapercibido.
En su nota para El País, Vicent incluyó las declaraciones del dueño del establecimiento donde pudo tomar la ahora famosa cerveza ucraniana y según reveló el cuentapropista, la Obolon proviene de una empresa importadora y comercializadora del estado, la cual se encargar de surtir con productos tanto al turismo, como a las pequeñas y medianas empresas que afloran en la nación. Además, el responsable del paladar le dijo que resultaba muy barata y que era buena.
La misma referencia la había constatado antes el periodista con otros de los clientes que rondaban el lugar y también consumían la cerveza ucrania. No obstante, lo más raro fue la revelación del dueño, quien también aseguró que en días recientes había llegado hasta allí un representante de la embajada Rusa y le había hecho una magnífica compra. “Dijo que era muy buena y se llevó tres cajas”, le contó el hombre al periodista.
Mientras el arsenal del presidente Putin se encamina hacia Ucrania, desde Cuba se venden las cervezas importadas de un país que está siendo atacado con el visto bueno de gobiernos como el cubano y el venezolano, al tiempo que los diplomáticos rusos continúan promoviendo la guerra y disfrutan en tierra tropical con las cervezas de sus víctimas.
