Se pone sin dudas de manifiesto la necesidad de un diálogo más amplio sobre las expectativas laborales, la salud mental y el bienestar de los jóvenes profesionales.
Muchos critican la aparente falta de fortaleza de esta generación.Otros abogan por un cambio en las condiciones laborales que permita a los empleados mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y su vida personal.
En los últimos meses, varios jóvenes recién graduados han compartido sus experiencias tras enfrentarse a su primer empleo de tiempo completo, generando un amplio debate en las redes sociales sobre la capacidad de adaptación de la llamada «Generación Z» al mundo laboral. Una de las historias que más ha llamado la atención es la de Brielle, una joven graduada en Marketing que, a través de su cuenta de TikTok (@brielleybelly123), expresó su frustración por lo que considera un horario laboral extenuante.
Brielle, quien recientemente comenzó a trabajar en una empresa con un horario de 9:00 a 17:00, confesó en un video que, a pesar de estar emocionada por esta nueva etapa de su vida, el empleo le ha resultado más desafiante de lo esperado.
«No tengo tiempo para nada, ¡estoy estresada!», declaró, mencionando que el trayecto de una hora desde su casa hasta la oficina le quita gran parte de su tiempo y energía. Según Brielle, su rutina diaria se ha vuelto insoportable, dejándola sin fuerzas para realizar actividades básicas como preparar la cena o hacer ejercicio.
@brielleybelly123 im also getting sick leave me alone im emotional ok i feel 12 and im scared of not having time to live
♬ original sound – BRIELLE♉️
El video de Brielle rápidamente se volvió viral, alcanzando miles de visualizaciones y desatando un debate en torno a las expectativas y realidades del mundo laboral. La joven mencionó que el trabajo remoto sería una opción más viable, ya que le permitiría mantener un mejor equilibrio entre su vida personal y profesional. Sin embargo, su situación no es única.
Otro caso similar, que también capturó la atención del público, fue el de una joven, presuntamente venezolana, que, en su primer día de trabajo en los Estados Unidos, luego de graduarse de la Universidad, no soportó las exigencias del empleo y se grabó llorando.
Esta joven, cuyo video se volvió viral en Facebook alcanzando casi 9 millones de visualizaciones, describió su experiencia como «las 8 horas más frustrantes de su vida».
En el video, la joven expresó su desesperación por tener solo una hora para almorzar y por no poder utilizar su celular durante el horario laboral.
Los comentarios en su publicación no tardaron en aparecer, y la mayoría de ellos reflejaban una profunda crítica hacia la actitud de la joven.
Uno de los comentarios más populares, escrito por Aloima Lopez Cotarelo, decía: «Generación de Cristal. Increíble que muchacha tan tonta y superficial. ¡Dios mío, que venga pa’ Cuba!».
Este comentario resonó con muchos usuarios, quienes coincidieron en que la joven debía valorar el hecho de tener un empleo, especialmente en un contexto global donde encontrar trabajo es un desafío para muchos.
Otro comentario, de Fernando Pastén Fernández, agregó: «Que vuelva a Venezuela y que su presidente Maduro le dé trabajo…». Este tipo de respuestas subraya la percepción de que algunos jóvenes, particularmente de la «Generación Z», no están preparados para enfrentar las demandas del mercado laboral y son percibidos como más frágiles emocionalmente que las generaciones anteriores.
Los críticos de esta «Generación de Cristal» argumentan que los jóvenes de hoy en día han crecido en un entorno donde se les ha protegido excesivamente, lo que ha resultado en una falta de resiliencia frente a las dificultades de la vida adulta. En contraste, otros defienden que el mundo laboral necesita adaptarse a las nuevas generaciones, ofreciendo mayor flexibilidad y un enfoque más equilibrado entre la vida laboral y personal.
Sin embargo, comentarios como el de Laura Díaz, quien afirmó: «Gracias a Dios que tienes trabajo… valora lo que tienes… en cambio yo voy para 6 meses sin trabajo… eso sí que es frustrante», resaltan la cruda realidad de muchas personas que luchan por encontrar empleo y ven en estas quejas una falta de perspectiva y gratitud.
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