Elián López Cabrera, el buzo cubano que fuera rescatado en aguas cercanas a lslamorada, en la Florida, contó las peripecias y peligros de su viaje en una tabla de windsurf. Aseguró que cada vez que revisaba su posición y veía que no avanzaba, la sensación era frustrante y que en la segunda noche decidió pedir ayuda.
Al momento de ser rescatado por las autoridades de la guardia costera estadounidense, el cubano se encontraba en condiciones de deshidratación y debió ser traslado a una institución de salud, desde donde ofreció declaraciones a la prensa.
López Cabrera relató a Univisión 23 que su viaje había sido muy difícil y las inclemencias del tiempo no lo acompañaron durante los días que se mantuvo en altamar. “No era lo que yo espera”, admitió el buzo, quien relató que las olas de dos y hasta cuatro metros de altura lo hicieron salirse de la tabla en dos ocasiones y por causa de eso perdió sus espejuelos.
En los primeros reportes sobre el hecho se conoció que el cubano viajaba con dispositivos de GPS, así como chalecos salvavidas, reservas de agua y un celular con el cual lograba captar débiles señales en ocasiones. En uno de los peores momentos dijo que estableció comunicación con uno de sus dos amigos que estaban al tanto de la travesía y les pidió que lo rescataran, que ya no podía continuar con el viaje.
“No podía hablar con mi esposa y mucho menos con mi hija”, declaró entre lágrimas en el video de la llamada con Univisión 23. Prefirió comunicarse solamente con sus amigos, para evitar que la mujer y la hija lo vieran en tan malas condiciones. “No te desgaste más, aguanta que ya vamos por ti”. La guardia costera lograría recatarlo en la segunda noche del trayecto y el mismo admitió que no habría podido sobrevivir una noche más.
Antes de emprender el viaje, las condiciones de salud de Elián López no eran óptimas. El cubano es sobreviviente de cáncer y además se había tenido que cometer a una colostomía. Además, se supo que uno de los motivos principales para que se decidiera a abandonar la Isla había sido su deseo por encontrar asistencia médica en los Estados Unidos.
Sin embargo, la vía por la que entró a territorio norteamericano lo coloca en peligro de deportación, hecho que aún no se confirma y que Dunia Rodríguez Cabrera, prima del buzo, dijo que no sucedería por causa de la propia condición de salud que presentaba su familiar.
Rodríguez Cabrera agradeció a los medios que divulgan la información y lo consideró una ayuda importante para evitar que su primo, después de tantas horas en el mar, fuera devuelto a Cuba sin poder resolver sus condiciones de salud.
