Un joven en Florida ha experimentado de primera mano como las acciones individuales, especialmente aquellas capturadas en video, pueden tener consecuencias significativas, después de ser filmado mientras removía volantes que buscaban información sobre israelíes desaparecidos en el conflicto armado que actualmente Israel sostiene contra Hamas. Aunque quitar carteles de la vía pública no constituye un delito, la reacción pública ante sus acciones resultó en la pérdida de su empleo.
Según Telemundo51, el incidente comenzó cuando el hombre, que trabajaba como higienista dental, fue captado en un video mientras destruía volantes que pedían información sobre tres jóvenes israelíes que habían sido secuestrados y asesinados en Cisjordania en 2014.
Los volantes formaban parte de una campaña más amplia para buscar justicia y mantener viva la memoria de las víctimas. Sin embargo, el higienista dental, aparentemente molesto por la presencia de los volantes, decidió quitarlos, una acción que fue grabada y posteriormente compartida en las redes sociales.
El video provocó indignación en línea, con usuarios de redes sociales que condenaban el acto como insensible y despectivo hacia las víctimas y sus familias. La controversia creció rápidamente, atrayendo la atención no solo de la comunidad local, sino también de personas preocupadas en todo el mundo. Tanto que el video se volvió viral, con 2,5 millones de reproducciones en apenas 24 horas.
La intensa reacción en línea llevó a la clínica dental donde trabajaba el joven a tomar medidas, resultando en su despido de la clínica CG Smile, donde la influencer cubana Camila Guiribitey es co-propietaria.
En declaraciones a Telemundo51, el hombre defendió sus acciones, argumentando que no tenía la intención de faltar al respeto o causar dolor. Explicó que su frustración nacía de ver constantemente los volantes, lo que él consideraba una forma de propaganda política. Sin embargo, también reconoció que no había considerado completamente las implicaciones de sus acciones ni cómo serían percibidas por otros, especialmente por aquellos directamente afectados por la tragedia, y añadió que el video fue sacado de contexto.
La clínica dental, por su parte, emitió un comunicado expresando su decisión de despedir al empleado. Mencionaron que, aunque quitar carteles no es ilegal, las acciones del higienista no reflejaban los valores de compasión y empatía que la práctica se esfuerza por defender. La clínica también extendió sus condolencias a las familias de los jóvenes israelíes y reiteró su postura de no tolerar comportamientos que pudieran percibirse como insensibles o dañinos.
Por si fuera poco, el joven que grabó las imágenes del dentista en Brickell también ha sido «agredido online».
“He recibido mensajes de odio como nunca. Un sin número de comentarios negativos hacia mi negocio en las redes, de personas que claramente no son mis clientes, y que están tratando de destruirme a mi y a mi negocio”, dijo Blake Warman, el joven que grabó al dentista y a otro individuo el martes por la noche mientras caminaban por una calle de Brickell.
Ni bien había sucedido esto, otro incidente controversial relacionado tuvo lugar en Miami.
Una mujer fue grabada arrancando y destruyendo carteles que buscaban generar conciencia sobre los conflictos y las víctimas en Israel. El joven que grabó el video expresó su desconcierto y preocupación por este acto, subrayando que los carteles eran un llamado a la empatía hacia las víctimas de secuestro y asesinato en su país, y criticó la destrucción de estos mensajes, sugiriendo que había un sesgo contra los judíos.
La mujer, por su parte, creía que estaba ayudando a la causa civil al quitar los carteles. Dijo estar opuesta a Hamas, pero el joven que la grabó cuestionó cómo la eliminación de estos carteles podría considerarse un apoyo a los civiles en medio del conflicto entre Israel y este grupo terrorista.
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