Un curioso desliz de Netflix en su serie más trending de estos momentos, ha traído un verdadero dolor de cabeza a una mujer surcoreana.
Una de las series ahora mismo más populares de Netflix, «El juego del Calamar», ha vuelto a convertirse en noticia por un curioso detalle.
Esta vez, no hablamos de sus elevados números de audiencia, o de los cientos de memes que genera. La alegría que puede traer la producción entre sus creadores, o las horas de entretenimiento de sus consumidores, no es proporcional a lo que ha pasado una mujer en Corea del Sur, desde que saliera al aire el material.
El testimonio de la surcoreana indica que el número telefónico que aparece en la trama indica que es real, nada más y nada menos que pertenece a la mujer desde hace 10 años.
Los participantes del juego reciben una tarjeta con un número de teléfono escrito al que deben de llamar. Aparentemente un detalle de la serie sin gran importancia, pero una pesadilla para la mencionada señora.
«Desde que salió El Juego del Calamar he estado recibiendo llamadas y mensajes de texto sin cesar, las 24 horas del día, los siete días de la semana, hasta el punto de que me resulta difícil seguir con mi vida diaria», dijo la dueña del número de teléfono a Money Today, citado por el portal Medio Tiempo.
Al principio de las llamadas ella no podía entender cuál era el motivo repentino por el que su dispositivo estaba siendo prácticamente acosado, pero gracias a un amigo pudo descubrir la causa.
«Este es mi número desde hace más de diez años, por eso estoy atónita. Ya he tenido que borrar más de 4 mil números y hemos llegado al punto en que como las personas me llaman continuamente de día y de noche movidos por la curiosidad, la batería de mi teléfono se agota y se termina apagando. Al principio no sabía por qué, pero mi amigo me dijo que mi número había salido en El Juego del Calamar y ahí fue cuando me di cuenta», explicó.
Ante esta situación Netflix ha decidido editar los fragmentos donde aparece el número, y como compensación a la mujer, ofreció 5 millones de wons (alrededor de 85 mil pesos), aunque aún se desconoce si ella los aceptó.
La afectada también alegó que no podía cambiar su línea telefónica porque le afectaría en su trabajo, pues mantiene contacto con muchísimos clientes.
Para evitar este tipo de situaciones, normalmente las producciones cinematográficas suelen borrar algunos números. El equipo de «El juego del Calamar» no hizo la diferencia, pero el problema se dio al eliminar solo los tres primeros dígitos, que son los que se corresponden con el prefijo local. De esta forma, cuando alguien llamaba al número desde Corea, se añadían de nuevo otra vez de forma automática.
