Dos jóvenes cubanos han fallecido en circunstancias trágicas y en lugares muy distantes: uno en Santiago de Cuba y otro en el campo de batalla en Rusia. A uno de ellos, su familia pudo despedirlo con un emotivo sepelio, mientras que el otro murió lejos de su hogar, sin la posibilidad de un adiós por parte de sus seres queridos.
En la madrugada del domingo, Kevin Quiala Suárez, un adolescente de solo 14 años, perdió la vida en Santiago de Cuba tras ser atropellado por una motocicleta en pleno centro de la ciudad.
Su muerte, repentina y devastadora, dejó a una familia destrozada y a una comunidad en duelo. El sepelio de Kevin, que tuvo lugar en la mañana de este jueves, fue un momento profundamente conmovedor. Aunque la tragedia ocurrió el domingo, la familia decidió esperar hasta la llegada de la hermana del joven, quien vive en el extranjero, para darle el último adiós.
El sepelio de Kevin fue un evento cargado de emociones, donde el dolor de los familiares se hizo palpable.
«Mi vida desde este momento está en un vacío… que sé que nunca más lo voy a superar», expresó entre lágrimas uno de sus familiares, presumiblemente su padre. Estas palabras resonaron entre los asistentes, quienes compartieron el sufrimiento de la familia en medio del sepelio.
Las imágenes del sepelio fueron compartidas en su perfil de Facebook por el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada, y pueden ser vistas en este enlace o aquí debajo.
El joven, que era estudiante de música, estaba acompañado por amigos en el momento del accidente. Según relatos compartidos por testigos, Kevin estaba cruzando la calle sin percatarse de la moto que se aproximaba, lo que resultó en un impacto fatal. A pesar de la tragedia, sus amigos y allegados han mantenido vivo su recuerdo, reuniéndose en el parque de la placita, en la calle Santo Tomás, donde han realizado homenajes en su honor.
En contraste con la despedida que recibió Kevin, otro joven cubano, identificado como Jolius Bernal, falleció en circunstancias mucho más distantes y oscuras: en el frente de batalla en Rusia, donde combatía en la guerra contra Ucrania.
La noticia de su muerte fue divulgada por varios de sus allegados a través de las redes sociales, llenando de tristeza a quienes lo conocían. Jolius, quien era boxeador y residente en La Habana, había sido aparentemente reclutado como mercenario para luchar en el conflicto bélico, atraído por promesas de buenos salarios y garantías migratorias.
A diferencia de Kevin, la muerte de Jolius no estuvo acompañada de un sepelio al que sus familiares pudieran asistir. La confirmación de su fallecimiento ha sido nebulosa, sin detalles claros sobre las circunstancias exactas de su muerte, lo que añade un dolor adicional a sus seres queridos, quienes no han podido despedirse de él en persona.
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