El último «sobreviviente» de la famosa agrupación rumbera cubana Los Papines, Jesús Abreu, murió este sábado en Tenerife, Islas Canarias, a los 78 años, «donde se encontraba trabajando», anunció el Instituto Cubano de la Música.
Abreu era el «último integrante vivo y fundador» de la «emblemática» institución musical junto a sus hermanos, Ricardo (Papín) Luis y Alfredo, oriundos de Marianao, un municipio al oeste de La Habana donde también nació el legendario rumbero Chano Pozo.
La nota del ICM no dice cuál fue la causa de su muerte.
El último trabajo discográfico del músico, que dirigía en la actualidad a la nueva generación de Los Papines, fue «Celia, Cuba te da las gracias», dedicado a Celia Cruz, según recuerda la ensayista Rosa Marquetti.
«Siempre me decías que soñabas con tus hermanos diariamente.Ya estás con ellos, papi, luz para tu espíritu. Descansa en paz guerrero eterno.Sólo Dios y mis santos saben como me siento», escribió su hija Yuliet Abreu, integrante de la agrupación y conocida como «La Papina».
Jesús Abreu nació el 14 de marzo de 1945, y junto a sus hermanos formó «Los Papines» en 1963.
Si se descuenta el antecedente del registro que Papín y sus Rumberos compartieron con Guaguancó Matancero, luego Los Muñequitos de Matanzas, la discografía básica de Los Papines, en la que participó Jesús, consiste en ocho álbumes, aunque habrá que contar, además, con reediciones en diferentes soportes, colaboraciones en otros fonogramas, compilaciones, y grabaciones en vivo en el exterior.
Los Papines se iniciaron como músicos profesionales en centros nocturnos de La Habana, entre ellos el legendario Cabaret Tropicana hasta llegar a los más exigentes escenarios de Cuba y del mundo donde Jesús Abreu fue protagonista de un espectáculo único que iba más allá de la rumba pura.