En un trágico giro de los acontecimientos en la actual guerra entre Rusia y Ucrania, un segundo combatiente cubano ha perdido la vida en el campo de batalla. Este joven es uno de los cientos – quién sabe si miles – de los que fueron reclutados por Rusia para participar en el conflicto que se está desarrollando en Ucrania, a cambio presuntamente de unos $2000 dólares mensuales y el otorgamiento de la ciudadanía al año de estar combatiendo.
Este lamentable suceso ocurre en medio de un conflicto que ha capturado la atención mundial desde su inicio en febrero de 2022, cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó la invasión de Ucrania.
Desde entonces, el conflicto ha generado un profundo impacto tanto en la región como a nivel internacional, con repercusiones en múltiples aspectos, incluyendo la geopolítica y la seguridad global.
En un suceso que capturó la atención de los principales medios de comunicación en el mundo entero, se conoció de la presencia y el reclutamiento de cubanos para combatir en el ejército ruso. En un inicio se sospechó que eran solo jóvenes cubanos que se encontraban en Rusia, «de turismo», y que accedieron – bajo engaños de que no entrarían nunca en el campo de batalla – a participar en la guerra.
Sin embargo, la trama se complejizó cuando se supo del arresto de decenas de personas en La Habana, cuyas identidades se desconocen, que participaban de este reclutamiento desde la isla caribeña; un hecho del que el gobierno cubano se deslindó asegurando que ellos no tenían nada que ver con eso, y que ni siquiera lo conocían; declaraciones que sonaron absurdas para muchos expertos que conocen de que en Cuba nada se mueve ni sobre ni bajo el tapete sin que la Seguridad del Estado lo sepa.
En una movida magistral y «rápida» que sugiere a los expertos un conocimiento previo de lo que estaba sucediendo, el Gobierno de Cuba anunció la desarticulación de esta red de tráfico de personas, con base en Rusia, que reclutaba cubanos tanto en la isla como en otros lugares para luchar en la guerra. Lo hecho y dicho por el gobierno caribeño indica de modo «oficial», que el reclutamiento de cubanos no es una iniciativa del gobierno cubano, sino más bien una operación de tráfico de personas dirigida por agentes externos que operaban dentro de Cuba.
El joven cubano fallecido en la ciudad de Jerson, Raibel Palacio, murió el viernes pasado tras un ataque con drones lanzado por Ucrania. Esta muerte se suma a la de otro cubano, Yansiel Morejón, quien también fue reclutado por Rusia y perdió la vida en el campo de batalla.
La madre de Raibel ofreció sentidas declaraciones al portal de noticias Univisión.
Reclutamiento de combatientes cubanos para la Guerra. ¿Culpa de quién?
El reclutamiento de ciudadanos cubanos para el conflicto en Ucrania ha sido un tema de preocupación y controversia, pues se ejecuta gracias a la existencia de una red de reclutadores que opera al servicio de Rusia. Esta red contacta a cubanos a través de plataformas como Facebook, ofreciéndoles participar en la guerra en Ucrania. La situación económica difícil en Cuba puede ser un factor que impulsa a algunos a aceptar estas oferta.
Los reclutadores ofrecen cantidades significativas de dinero a los combatientes, lo cual puede ser una motivación fuerte para algunos, especialmente considerando las condiciones económicas en Cuba. Este tipo de reclutamiento y tráfico de personas plantea serias preocupaciones éticas y legales, y pone en riesgo la vida de los individuos reclutados.
Este fenómeno plantea serias preguntas sobre las circunstancias y condiciones bajo las cuales estos individuos han sido reclutados y enviados a una zona de guerra tan peligrosa.
Las muertes de estos jóvenes cubanos añaden a todo eso una tragedia personal y familiar, pero a la vez resaltan las complejas dinámicas del conflicto en Ucrania y cómo este se extiende más allá de las fronteras de los países directamente involucrados.
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