La crítica cinematográfica en Cuba perdió este 18 de febrero a una de sus firmas más emblemáticas : el periodista Rolando Pérez Betancourt (La Habana, 1945) . El cronista deja una larga obra literaria y periodística, que acercó el séptimo arte al gran público.
De verbo claro, opiniones argumentadas y prosa ágil, Pérez Betancourt hablaba de las películas sin apabullar a los lectores de su Crónica de un Espectador o los televidentes de La Séptima Puerta con criterios técnicos y rebuscadas referencias. Eso lo hizo un crítico cercano y valorado, que como todo profesional, tampoco se libró de la polémica, ni le rehuyó. Como profesional, fue muy respetado en su gremio.
Cuando se licenció en Periodismo por la Universidad de La Habana, en 1973, ya llevaba ocho años trabajando en el oficialista diario Granma. Antes fue aprendiz de caja y tipógrafo en el desaparecido periódico Hoy, luego diseñador empírico en el Diario de la Marina.
Fue cronista deportivo, pero también de temas sociales, con influencias del periodismo literario. Alumno del gran Mario Rodríguez Alemán, célebre crítico de la desaparecida Tanda del Domingo, Pérez Betancourt comenzó a escribir en 1973 su columna Crónica de un espectador, que este año cumpliría medio siglo.
“El respeto está primero. Un crítico tiene que tener mucho cuidado a la hora de hacer su escritura. Jamás van a verse en mis textos palabras de burla relacionada con una película, como sí hace alguna gente. Además, el rigor es fundamental, y el respeto hacia ti mismo”, definía sobre su papel como especialista.
Con una obra literaria que incluyó la novela La última mascarada de la cumbancha, relato a lo Gunter Wallgraff sobre lo que se vivió dentro de la embajada del Perú y el éxodo del Mariel, Pérez Betancourt siempre defendió la necesidad de que el periodismo en Cuba fuera más arriesgado y menos dócil.
“En cuanto al periodismo mío; es decir, al de mi país, a veces me duele y me deja insatisfecho las oportunidades que dejamos pasar. A veces somos lentos, somos elefantes en una cristalería. El periodismo tiene su momento, si no lo aprovechas en el segundo exacto en que te da la oportunidad de intervenir, perdiste esa oportunidad”, aseguró en la mencionada entrevista.
Por su labor recibió el Premio Nacional de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro (1999) y el Premio Nacional de Periodismo José Martí (2007).
