Ante la amenaza de que el presidente Joe Biden ejecute un poder del Congreso de los EE.UU. recogido en el Artículo 1 de la Constitución de los EE.UU. que se utilizó únicamente durante la Guerra de 1812, y que ha permanecido en un detente desde entonces, millonarios rusos han comenzado a mover sus yates de puertos estadounidenses, porque un proyecto de ley presentado el lunes por el congresista republicano Lance Gooden, de Texas, permitiría a los EE.UU. apoderarse de estas embarcaciones; además de autos y aviones.
Gooden, en declaraciones dadas a la cadena Fox News dijo que «Putin y su círculo íntimo de millonarios rusos todavía tienen yates y aviones en puertos y aeropuertos de todo el mundo”, pero la legislación tendría que entrar en vigor primero.
Todo depende de si se aprueba, pero la mesa parece estar servida. El dinero y los yates de los millonarios rusos, parecía seguro en las costas de Florida. No pocos de ellos tienen propiedades en el sur de la Florida, entre las que se encuentran algunos de los condominios y apartamentos más lujosos en la zona «rusa» de Sunny Isles Beach, en Miami, y las declaraciones de Gooden, que relaciona el poder económico de estos oligarcas con la permanencia de Putin en el poder, puede hacer que al menos Biden considere ejecutar la prerrogativa.
“EE.UU. debe emplear todas las herramientas a su disposición para apoderarse de estas propiedades y responsabilizar a Rusia por la repugnante invasión de Ucrania. Los oligarcas que permitieron esta crisis son un buen lugar para comenzar”, agregó el congresista republicano en sus declaraciones.
No está claro ni parece fácil vender un condominio, pero lo que es yates, autos y helicópteros, muy bien pueden subirse a bordo, levar anclas y partir de puertos norteamericanos.
¿Cuál sería el destino? No se sabe; pero tal y cómo están las cosas, al menos los puertos cubanos y venezolanos – incluso los nicaragüenses – pudieran servir como refugio temporal.
Lo cierto es que EEUU y sus aliados anunciaron el sábado una nueva ronda de sanciones contra Rusia que no solo apuntaría al sistema bancario, sino también a los activos físicos de los oligarcas sancionados. Otro país, Francia está armando una lista de propiedades propiedad de oligarcas rusos, incluidos automóviles y yates, que podrían ser incautados bajo sanciones por la Unión Europea.
“Iremos tras sus yates, sus apartamentos de lujo, su dinero y su capacidad para enviar a sus hijos a universidades privadas en Occidente”, dijo un alto funcionario de la administración Biden citado por la cadena CBS el fin de semana.
CNBC dijo que algunos de estos yates estarían huyendo a Montenegro y las islas Maldivas, citando datos de la web Marine Traffic.
Al menos cuatro “megayates” propiedad de líderes empresariales – millonarios – rusos viajan hacia allí en estos momentos. CNBC destaca que, en el caso de las islas Maldivas, no existe un tratado de extradición con los EE.UU. y de hecho, es un lugar popular para el turismo ruso.
Uno de los yates propiedad de uno de los millonarios rusos que enrumbó su timón hacia Montenegro, es el yate propiedad de Vagit Alekperov, presidente de la compañía petrolera más grande de Rusia (Lukoil). Alekperov tiene un patrimonio neto de poco menos de $ 25 mil millones, según Forbes.
El yate, identificado como Galactica Super Nova, zarpó del puerto de Barcelona, España hacia Montenegro, país que es miembro de la OTAN y que aplicó en 2008 para unirse a la Unión Europea.
¿Es Montenegro un destino seguro para la embarcación que cuenta con una piscina de 6 metros con cascada, un helipuerto, y un gran club de playa? No parece. Al menos su ministro de Relaciones Exteriores, Đorđe Radulović, dijo al diario Vijesti que el país tenía intenciones de sumarse a las sanciones contra Rusia.
Otro yate perteneciente a uno de los millonarios y oligarcas rusos, el súper yate Dilbar 15,917 Tonos, propiedad del billonario Alisher Usmanov, levó sus anclas también y salió del puerto de Southampton, en el Reino Unido.
Un yate construido especialmente para el oligarca ruso romano Abramovich y que ahora, se dice, pertenece a otro oligarca ruso también, estaría en peor situación, ya que se encuentra aparentemente reparándose en el astillero de Blohm, en Hamburgo. Se trata del Mega-Yacht “Luna”, que tiene 114 metros de largo y 20 de ancho, y del cual por ahora no se sabe «su destino».
Según los datos de Marine Traffic, el mega yate se encuentra actualmente en la posición 53° 32′ 33.2′ N, 009° 57′ 23.5′ E, en un punto entre el mar Báltico y el río Elba, en Hamburgo, puerto al que llegó después de un viaje de 4 días, y 23 horas procedente del puerto de Gibraltar.
«Luna» fue construido en 2010 (hace 12 años) y navega bajo la bandera de Islas Marshall.
Otro yate, «Clio» del billonario Oleg Deripaska dejó a Sri Lanka hace casi dos semanas y se espera que llegue a las Maldivas en breve, según el propio portal de Marine Traffic.
Deripaska y las empresas asociadas con él fueron sancionadas en 2018 por los Estados Unidos y ha sido uno de los multimillonarios rusos Rusia que ha salido a la palestra pública para oponerse al conflicto en Ucrania.
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Las «amenazas» ni siquiera vienen únicamente de parte de los gobiernos opuestos a la guerra en Ucrania y «amenazantes» de Rusia. También viene de parte de personas comunes y corrientes.
Uno de ellos, un marinero ucraniano, trató de hundir el yate de lujo Lady Anastasia, propiedad de su jefe ruso.
El yate se encontraba en puerto español y el marinero, con posterioridad a este hecho se entregó ante la Guardia Civil de España.
Según declaraciones ofrecidas a las autoridades, su jefe forma parte de una empresa que suministra armamento al gobierno de Vladimir Putin y quería vengarse porque «esos misiles han destruido viviendas y mucha gente ha muerto».
«El Lady Anastasia tiene 48 metros de eslora, cuesta 7 millones de euros y su nombre rinde homenaje a la hija de Nicolás II, el último zar de Rusia,» detalla el portal Antena 3 que, indica además, que «toda la tripulación es ucraniana».
El marinero, según sus declaraciones, llegó al barco, cerró las compuertas de combustible, bajó la electricidad y después «abrió las dos válvulas de entrada de agua que hacen que comience a entrar agua del mar», pero no logró su objetivo.
