El gigantón cubano aspira a lograr algo que jamás nadie ha logrado: cinco medallas de oro en cinco Juegos Olímpicos consecutivos.
Mijaín López, el coloso de la lucha grecorromana y orgullo de Cuba, no se detiene en su camino a París 2024
En las playas de Varadero, a unos 150 kilómetros al este de La Habana, el gigante de ébano cubano Mijaín López se prepara con determinación para lo que podría ser su última gran hazaña: conquistar su quinta medalla de oro consecutiva en los próximos Juegos Olímpicos de París.
Se dice fácil en pocas palabras, pero esta es una hazaña jamás lograda por nadie. Y hubiesen sido seis, pero la inexperiencia le pasó la cuenta en su debut.
Conocido cariñosamente como el “Terrible”, Mijaín López, a sus casi 42 años, no muestra signos de desaceleración. Su participación en París marcará dos décadas desde su debut olímpico en Atenas 2004, donde, a pesar de no obtener medalla, encendió la mecha de un legado impresionante. Desde entonces, ha dominado su categoría en Beijing 2008, Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020, esta última postergada un año por la pandemia de COVID-19.
El Campo de Marte en París será el escenario donde López espera demostrar que la edad es solo un número.
“Desde el 2004 estoy participando en los Juegos Olímpicos. Va a ser una competencia muy bonita para mí y todos mis seguidores”, comentó López a la agencia Associated Press. Su entrenamiento en Varadero no es solo una preparación física, sino también un mensaje de perseverancia y esperanza para un país que ha visto cómo muchos de sus talentos deportivos han dejado la isla en busca de mejores oportunidades.
Junto a él entrenan promesas como Luis Alberto Orta y Gabriel Rossillo, quienes también representarán a Cuba en París con el objetivo de dejar huella.
“El colchón dice la última palabra. Es solamente llegar. Hacer las cosas perfectas, sin equivocaciones”, expresó Mijaín López a la agencia de prensa extranjera, subrayando la importancia de la precisión y la técnica en cada combate.
Señala AP que a pesar de las tentadoras ofertas internacionales y una severa crisis económica en Cuba, Mijaín López ha elegido quedarse en la isla, fiel a sus raíces y a su gente. Su compromiso con el deporte y con Cuba se refleja en su mensaje a los jóvenes atletas que han emigrado:
“Decirle a todos esos jóvenes que decidieron dejar nuestra patria que lo sigan haciendo bien, que no pierdan la ternura, que sigan siendo los verdaderos cubanos que son, con la sencillez, humildad y que sigan haciendo las cosas por amor al deporte y no por otras cosas”.
En la recta final de su carrera, Mijaín no solo entrena para ganar otra medalla de oro, sino también para cerrar su carrera deportiva con un capítulo dorado. “Voy a llegar con la certitud y con la confianza que siempre he llegado a todos los Juegos Olímpicos. Que todo el pueblo de Cuba espere la medalla mía”, afirmó con convicción.
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