Alrededor de 20 cubanos fueron interceptados mediante un operativo migratorio en México, luego de que agentes de la policía junto a otros del Instituto Nacional de Migración de México (INM) desarticularan tres caravanas de migrantes, en las que viajaban los cubanos junto a migrantes de otros países.
En total eran 25 los cubanos, de un total de 1.118 migrantes que fueron interceptados en diferentes zonas de México por no contar con la documentación necesaria para una estancia regular o de tránsito por el país azteca. El resto de los migrantes, según reveló el INM proceden de Guayana, Perú, República Dominicana, Chile, Argentina, Belice, Panamá, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Haití, Ecuador, Brasil, Honduras, Venezuela, Colombia, Gabón, Bulgaria, y también de Estados Unidos y Francia.
Añade el INM en su nota que los migrantes se encuentran actualmente detenidos y que en próximos días serán deportados a sus países de origen.
Autoridades de México revelaron recientemente que entre el 1 de enero y el 31 de agosto de 2021, se han interceptado en territorio azteca a 147.033 personas sin documentos migratorios. No todos son migrantes camino a la frontera norte; más bien son migrantes irregulares, pero la cifra preocupa, porque es el triple de lo registrado en el mismo periodo del año 2020.
Más preocupante aún es el hecho de que, de esa cifra de 147.033 personas sin documentos migratorios, 145.863 procedan de Latinoamérica y Centroamérica; con potencial interés en cruzar la frontera y adentrarse de manera ilegal en territorio de los EE.UU.
Ese era el plan que tenían unos 57 cubanos que hace apenas unos días fueron interceptados en México, en otro operativo desarrollado en las carreteras del país, donde las autoridades procedieron a la detención de cientos de vehículos en los que encontraron un total de 657 personas indocumentadas.
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Para muchos está claro que la miseria y la corrupción en sus países son los que obligan a estos migrantes a buscar una mejor vida principalmente en el vecino del norte. Hasta la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, la entrada a EE.UU., en parte debido a la pandemia del coronavirus, se limitó en extremo. Sin embargo, el demócrata volvió a restablecer – aunque con condiciones – la vieja política del «wellcome» a quienes llegaban a los puntos fronterizos solicitando Asilo Político.
El demócrata había revertido lo logrado por Trump (contener el flujo migratorio) pero tras el caos y la benevolencia, el desborde de las facilidades migratorias puso al gobierno de Biden en crisis. Tanto así, que la Corte Suprema ordenó a la administración de Joe Biden reactivar el programa conocido como Protocolo de Protección a Migrantes (PPM), luego de un primer fallo hecho por un juez federal de Texas. El fallo de este juez fue respaldado luego por la Corte Suprema.
Sin embargo, el asunto tiene aristas por donde la justicia norteamericana parece presentar fisuras.
Ahora se conoce que una juez federal falló a favor de los solicitantes de asilo en la frontera, y que en su fallo dictaminó como inconstitucional no recibir sus solicitudes de inmediato.
Según informó Telemundo 51, la jueza federal de distrito Cynthia Bashant consideró como un acto inconstitucional que el gobierno de Estado Unidos niegue a los migrantes la oportunidad de solicitar asilo en la frontera con México, en respuesta a una práctica conocida como “metering”, establecida desde que Barack Obama fuese presidente de los EE.UU. y que consiste en colocar a los migrantes en una lista de espera no oficial.
Sin embargo, las esperas de los migrantes se tornaban eternas, debido más que nada al hecho de que, como bien expresara la jueza en su fallo, las listas no son monitoreadas por altos mandos. Ello permitió que, la corrupción y el rechazo de ciertos inmigrantes quedara a discreción más que en base al derecho que tienen de pedir Asilo en los EE.UU., tal y como recoge la Constitución. Una Constitución que a pesar de sus sucesivas enmiendas fue redactada en el año 1789, un año en el que los inmigrantes eran más que bienvenidos al país.
Migrantes cubanos en peligro
Este rechazo provocó que cientos o miles de migrantes quedaran del otro lado de la cerca a merced del crimen organizado en México. No pocos migrantes cubanos fueron capturados, extorsionados, chantajeados sus familiares y amigos en EE.UU. – el que lo tuviese – y el que no, con la vida colgando de un hilo; o pendientes a la misericordia de gente que no tiene el más mínimo respeto por la vida ajena.
El «metering», se hizo extensivo en el 2018 a toda la frontera, bajo el mandato de Donald Trump; pero con la llegada de la pandemia del coronavirus, EE.UU. dejó de recibir solicitudes.
Se desconoce si entre los 27 mil nombres que acumulaba esta lista del «metering» en agosto del 2019 se encontraban migrantes cubanos pero, probablemente sí.
Ahora, tras el fallo de la jueza federal, otra vez la administración Biden deberá revisar su política en la frontera.
Una tarea cuya solución no será fácil, pues de un lado tiene este fallo de la jueza federal, y del otro la obligación de reactivar el Protocolo de Protección a Migrantes (PPM), también conocido como “Permanecer en México”, el cual obliga a los solicitantes de asilo en quedarse en este país mientras se define una respuesta a su petición.
El gran problema aquí es que, de un lado, está la Constitución de los EE.UU., y ni siquiera el Tribunal Supremo está por encima de ella.
Biden amparado también en la primera, se ha excusado de aceptar el mandato del Supremo argumentanto que, si reactiva el PPM ello provocaría otra crisis humanitaria en las ciudades fronterizas de México.
68 mil migrantes, entre ellos miles de migrantes cubanos, se quedaron varados en México viviendo miles de ellos en condiciones inhumanas; los de mejor suerte en albergues o alquilando viviendo entre varios; algunos hasta con un trabajo irregular, pero todos sin protección. Ni siquiera sanitaria. Todo eso en medio del azote de una pandemia como el coronavirus.
