Al menos dos provincias en Cuba, Camagüey y Matanzas, han desmentido el apurado «apuntalamiento» que en días pasados hiciera el oficialismo cubano, de la mano del MININT, con relación al auge de delitos en el país.
Post, comentarios, fotos, cada día más recurrentes y notorios, algunos con mayores detalles otros con menos, vieron la luz en las redes sociales en los últimos treinta días.
Un comunicado del MININT, apurado y breve, desmintió a inicios de este año el auge de los delitos o de la criminalidad en el país, a pesar de las evidencias de femenicidios, robos de motorinas y asaltos – fundamentalmente – que se estaban viendo en redes sociales como Facebook.
Tras la nota, agencias como Prensa Latina y los portales digitales oficialistas Cubadebate, Razones de Cuba, además de la blogósfera oficialista comprometida con el proceso revolucionario en la isla, se enfocaron en ampliar el alcance de la misma.
Sin embargo, apenas transcurridas unas horas, desde Camagüey, un reporte oficialista los desmentía.
En el reporte se indicaba que varios individuos dedicados al robo con violencia de motorinas en el municipio cabecera de Camagüey fueron detenidos por fuerzas del Ministerio del Interior (MININT) y se encuentran bajo proceso judicial.
“¿Entonces era verdad o mentira? Hace unos días el MININT publicó una nota desmintiendo que hubiera un aumento de los robos de motos. Ahora solo en la provincia en un solo operativo capturan a unos cuantos malhechores. Entonces sí hay robos”, opinó un comentarista.
Muy a pesar de todo, el propio Cubadebate se desmentía a sí mismo, días después, en una nota donde expresaba que «entre enero y noviembre de 2021 se han esclarecido 281 denuncias de robo de motorinas y se han recuperado 186 de esos medios, los cuales fueron devueltos a sus propietarios legales, de acuerdo con datos oficiales.«
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Ahora, el turno le ha tocado a la provincia de Matanzas, donde las autoridades han confirmado que unos 40 delitos ocurren a diario en la provincia.
¿Entonces, hay auge o no de delitos en el país?
Al menos así lo confirman las autoridades, a pesar de la negativa del oficialismo a «detallar» en sus medios de prensa un hecho que es más que evidente.
La verdad ni siquiera es única de un país como Cuba. En Haití, por ejemplo, la crisis provocada por la pandemia ha incidido directamente en el auge de los secuestros y extorsiones.
En Los Ángeles, California, en los propios EE.UU., la crisis provocada por el coronavirus y su impacto directo en la economía ha provocado, según expertos, un incremento de los robos a trenes de transporte de carga en el Estado.
¿Por qué Cuba habría de negar, cual si se tratase de una «rareza» el hecho indiscutible que en periodos de crisis aumentan los delitos? No habría por qué, pero…
Matanzas, una provincia más de este inmenso planeta en crisis económica por culpa de la pandemia de COVID-19, corrobora el auge de los delitos. Al menos en su territorio. Dice la prensa oficialista desde la Atenas de Cuba que en 2021 hubo un 14% más de hechos delictivos en comparación con los ocurridos en el 2020.
Así lo indica un un despacho de la Agencia Cubana de Noticias que cita al teniente coronel Frank Villalobos González, jefe del sistema de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en Matanzas.
En un encuentro del Consejo Provincial del Poder Popular de ese territorio, las autoridades de Matanzas confirmaron la tendencia al auge de delitos en esa provincia , donde tan solo en el mes de enero que ni siquiera ha finalizado, se registraron alrededor de 40 actos ilegales por día.
Según Villalobos González, la mayoría de esos delitos se cometen en contra del patrimonio estatal e individual, teniendo al hurto y sacrificio de ganado mayor como una de las ilegalidades más recurrentes en esa provincia.
Por su parte, el gobernador matancero Mario Sabines Lorenzo admitió el deficiente trabajo de los actores que intervienen en el enfrentamiento a las ilegalidades en ese territorio.
El funcionario «denunció» que en Matanzas, los grupos de control de la legalidad en los 13 municipios, responsables de exigir y controlar las actividades de seguridad y protección, funcionan inadecuadamente.
En la reunión no se mencionó un detalle clave en esta «disfunción», y es el trabajo de los CDR y de la llamada «guardia cederista», ya casi nula en el país. Cada vez menos cederistas quieren hacer guardia. Los cubanos, todos, han perdido interés en formar parte de la llamada «vigilancia revolucionaria».
Tampoco se dijo que, mientras estos hechos suceden, cuatro, cinco y hasta seis policías fueron enviados a casa de la activista Yanilys Sariego, residente en Cárdenas, Matanzas.
Tan solo hablamos de una activista en un municipio de la provincia que, a cada rato «provoca» la aparición frente a su casa de al menos, dos o tres policías. Que la PNR dedique cuantiosos recursos a vigilar a los activistas en toda la isla, sin dudas influye en que cada vez hayan más delitos en el país.
Los funcionarios matanceros no lo expresaron, pero esta, tal vez, bien pudiera ser otra medida para contrarrestar el auge de los delitos en Matanzas: dedicar recursos a la vigilancia contra los delitos, y no contra las formas de pensamiento, y la ideología de los activistas.
